Le preguntaban a un presidente municipal de Los Ramones, lindo poblado cercano a Monterrey:
-Y díganos, señor alcalde: ¿cuál es el plato fuerte de su pueblo?
-El de peltre -contestaba él.
A mí me preguntan cuáles son los platillos típicos de mi natal Coahuila.
-Tenemos tres -respondo-. Carne asada tres cuartos, término medio y bien cocida.
Lo cierto es que eso no es cierto. Los coahuilenses tenemos galas de cocina que harían a Brillat-Savarin repetir el hiperbólico rito que celebraba cuando comía hortelanos, pajarillos de carne deliciosa: se cubría los ojos con un lienzo a fin de que el sentido de la vista no lo distrajese del goce que el sentido del gusto le iba a dar.
Pocos países habrá que tengan una cocina tan variada y tan rica como el nuestro.
La verdad, México está para comérselo.
¡Hasta mañana!...