HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
La verdad es que Dios no hizo al gato.
Hizo al perro, sí, pero el gato tiene un origen diferente.
Según antiguas crónicas el Señor dejó olvidado un poco del lodo con que estaba haciendo a las criaturas. El diablo tomó ese lodo, y a ocultas hizo al gato.
Otra cosa dicen también aquellas crónicas: al principio el gato no ronroneaba. El perro sí. Pero el gato le robó al perro su ronroneo, y ahora halaga con él al hombre para hacerle creer que lo ama. No es cierto. El gato se ama a sí mismo, nada más.
Cuando veas a un gato, pues, no le digas "animalito de Dios". Arqueará el lomo, erizará los pelos y clavará en ti sus ojos amenazadores, cuando no sus afiladas uñas. Recuérdalo: Dios no creó al mundo él solo. También el diablo participó en la creación. El gato, entre otras cosas, lo demuestra.
¡Hasta mañana!...