-Todos los días me enamoro a primera vista de mi esposa.
Así dice un vecino nuestro que tiene 50 años de casado. Nos cuenta:
-La veo por la mañana, cuando duerme todavía, y pienso en todo lo que ella ha sido para mí: en la soledad, compañía; en las horas difíciles, consuelo; en la enfermedad, cuidado; en mis dudas, consejo; perdón en mis errores; ternura en mis debilidades... Y amor, siempre su amor en todos estos años que sin ella habrían sido grises y vacíos.
Y concluye el señor:
Cuando miro a mi esposa cada día me enamoro otra vez de ella. Y mi amor es amor a primera vista. Es un amor para el que no hay edad.
Así dice este vecino nuestro que tiene 50 años de casado. Oyéndolo hablar así yo digo que es hombre bueno y sabio.
¡Hasta mañana!...