Seríamos mejores si conociéramos la sabiduría de nuestros antepasados indios.
Cuando entre los antiguos mexicanos una mujer iba a dar a luz, su trance era llamado "combate" o "lucha", y al empezar el parto la comadrona entonaba el mismo canto que las mujeres cantaban a los guerreros antes de comenzar una batalla. Si el alumbramiento se realizaba felizmente la misma partera cantaba el himno de victoria de los guerreros vencedores. Si la parturienta moría su alma volaba a la misma región en donde habitaban los guerreros muertos en combate.
El feminismo norteamericano ha llevado a que haya mujeres soldados que combaten en las guerras. En Iraq esas mujeres están muriendo y están matando. Más sabios eran nuestros antepasados indios: no pretendían hacer de la mujer otro guerrero. Sabían que ella tiene sus propias batallas qué combatir. Y sabían también que esas batallas de la mujer son más importantes que las del hombre, pues son batallas de vida, no de muerte.
¡Hasta mañana!...