HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
La verdad es que al principio el mundo no era hermoso. Es natural: los recién nacidos nunca lucen bien.
Hizo el Señor al hombre, pero eso no mejoró las cosas. El mundo seguía siendo feo. Adán, entonces, le pidió al Creador una compañera, pues con una buena compañera hasta el mundo más feo se hace hermoso. Dios lo sabía -Papá lo sabe todo-, e hizo a la mujer.
Cuando Eva abrió los ojos toda la creación pareció abrir los ojos con ella. Brilló el sol, el cielo se hizo esplendorosamente azul, las flores abrieron sus corolas y los pájaros estrenaron sus canciones.
-¡Caramba! -exclamó Dios al mismo tiempo asombrado y jubiloso-. ¡Sin darme cuenta hice también la primavera!
Al paso del tiempo el Señor reconocería que su frase no dejaba de ser bastante cursi. Pero hasta Él se vuelve un poco cursi en presencia de una mujer, sobre todo en los días de la primavera.
¡Hasta mañana!...