Hu-Ssong estaba cavando el huerto. Los discípulos se acercaron a él y le preguntaron:
-Maestro: ¿qué harías si en este momento Dios entrara en ti y te iluminara?
-Lo recibiría con gratitud -les contestó Hu-Song-, y dejaría que su luz llenara mi alma.
-¿Y luego? -quisieron saber los estudiantes.
Respondió Hu-Ssong:
-Luego seguiría cavando el huerto.
Los discípulos no entendieron la lección. Uno de ellos, sin embargo, la adivinó: las cosas de la tierra no deben quitarnos de buscar el cielo, pero tampoco la búsqueda del cielo debe apartarnos de transformar la tierra.
¡Hasta mañana!...