HISTORIAS
DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
Subió Moisés al monte Sinaí. En medio de una furiosa tempestad el Señor le entregó las Tablas de la Ley.
Moisés comenzó a leer lo que decían las Tablas. Se fijó muy especialmente en aquello de “No fornicarás” y “No desearás la mujer de tu prójimo”.
-Son diez mandamientos -le explicó el Señor-. Sin embargo, en realidad los diez se reducen a uno solo: “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”.
-¡Caramba, Señor! -se quejó Moisés con amargura-. Si en verdad todo se reduce a eso ¿entonces para qué tenías que entrar en detalles?
¡Hasta mañana!...