Vi una hoja del nogal, caída. Fue por noviembre, en la grisura de los últimos días otoñales, cuando llegaban ya los invernizos. La recuerdo porque la levanté y la mostré a mis nietos para enseñarles que todo viene de la tierra y vuelve a ella.
Ahora es primavera. Me acerco al nogal del huerto y miro en sus ramas la primera hoja. Creo escuchar que dice:
-¿Me recuerdas?
¡Hasta mañana!...