"Camarón que se duerme se lo lleva la corriente".
Así dice el refrán, tan conocido.
Pues bien: yo sé de un camarón que se durmió y no se lo llevó la corriente. Algunos dudarán de este hecho, pero es rigurosamente histórico. Más aún: es verídico. Se durmió ese camarón, en efecto. Al día siguiente, al despertar, ahí estaba, en el mismo lugar. Se sorprendió bastante, claro, pues ya se sabe que camarón que se duerme se lo lleva la corriente, y a él no se lo había llevado.
¿Qué sucedió? Sucedió algo muy sencillo: la corriente también se había dormido. Eso impidió que se llevara al camarón.
"Camarón que se duerme se lo lleva la corriente". Así dice el refrán. Para que sea cierto hay que añadir: "... si no se duerme también la corriente".
¡Hasta mañana!...