Llegó sin presentarse y me dijo de buenas a primeras.
-¿Qué tal? ¿Ha estado bien? ¿Qué le parece el clima? En mi ciudad ha hecho mucho calor; no ha llovido en las últimas semanas. ¿Cómo ha subido todo, verdad? La gasolina, el teléfono, la luz... Quién sabe a dónde iremos a parar. Y ¿qué le pareció la final del campeonato de futbol? Tanto escándalo para que todo terminara con una patada mal dada ¿no cree usted? ¿Qué opina de la política? Ya nos tienen cansados los políticos ¿no es cierto? Y las cosas en Iraq ¿qué le parecen? Tantos abusos. Caramba, ya debería Bush salir de ahí. Y otra cosa
La interrumpí, atónito ante su retahíla.
-¿Quién es usted? -acerté a preguntarle.
Me contestó ella:
-La hache. Y, como ve, no soy muda.
¡Hasta mañana!...