El calor del hogar y el amor de la familia.
El trato con los amigos.
El goce de la vida, el disfrute de los mínimos placeres que nada cuestan o que cuestan poco.
El día nuestro de cada día.
La lectura de ese libro que nos espera al llegar a la casa por la noche. Esa música, ya escuchada, ya presentida.
La promesa que esperamos, la esperanza que nos podemos prometer...
¿Habrá crisis que pueda quitarnos todo eso?
¡Hasta mañana!...