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MIRAJES

Emilio Herrera

LUNES

A George W. Bush, presidente de nuestro vecino país del norte, le está yendo como en feria con motivo de su debate contra John W. Kerry, su rival demócrata, pues resulta que, de pronto, todos descubren que es incapaz de pensar rápidamente, y sus asesores le tuvieron que dar respuestas por intermedio de un receptor de radio desde otro sitio.

Cuesta creer algo como esto, pues resulta que el mandamás de los mandamases, ese señor de cuyo sí o no todo el mundo está pendiente es un retrasado, y así ha estado dirigiendo al mundo durante los últimos cuatro años y se prepara para seguirlo haciendo otros tantos. Ya lo decía su paisano Linconl: “Se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. “Ahora lo que falta es saber qué va a pasar con sus paisanos, ¿van a insistir en su candidatura, por la sencilla razón de que hay muchos intereses en juego, o lo a abandonar? Porque no solamente son estas últimas noticias las que vienen refiriéndose a esta deficiencia presidencial, el cine de Hollywood también ha hecho películas sobre esta situación, ya que solamente es desconocida para el que no quiere enterarse de cómo andan las cosas en aquel país. Si recuerdan a Truman recordarán que cuando llegó al poder lo hizo diciendo que él era de Missouri, no de Washington, que tenían que enseñarle; a lo mejor lo que Bus tiene que decir es algo parecido: “Soy retardado, denme tiempo”.

MARTES

Hace algún tiempo preguntaba aquí mismo qué hacían en estos tiempos los jóvenes de nuestra ciudad. Sigo sin saberlo, aunque imagino, cómo adelantaba entonces, que se ocuparán de obras buenas para la comunidad.

Entre tanto, fechada el 9 del mes actual, recibí una invitación del Grupo “Vida”, Centro de Salud Mental, para asistir el día de hoy, 12 de octubre, a la celebración del 20 aniversario de dicha agrupación. Veinte años durante los cuales un joven, Alberto Carmona, a quien conocí allá por los ochenta, tiempos del “Pa-Pro”, ha hecho no sólo el milagro de mantener con vida a dicha agrupación sino darle credibilidad. Gracias a ella es que el citado grupo “Vida”, lo mismo que el de “Alcohólicos Anónimos” de Matamoros, del que Lourdes Zarzar desde hace tiempo se ha venido haciendo responsable, han recibido hoy de la generosidad de otros laguneros suficiente terreno a la altura del kilómetro 246 de la carretera a Matamoros como para que cada uno de ellos construya una granja para atender con más eficiencia a sus protegidos.

Sigo sin saber, pues, qué hacen las nuevas generaciones, pero, es una gran satisfacción comprobar que las que siguieron a la nuestra siguen en pie de guerra sirviendo a esta comarca que amamos tanto. Reciban Alberto Carmona y Laura Zarzar las felicitaciones de esta columna por su convencida tenacidad en el servicio social.

MIÉRCOLES

A estas alturas de mi vida escucho mucho hablar de la vejez, y me pregunto a qué edad se comienza a serlo. Nadie me da una buena contestación. Yo creí, por ejemplo, allá por mi juventud más lejana que a los cincuenta años si no se era, se comenzaba a serlo. Y nada, cuando llegué a ellos supe que los cincuenta son una gloria, y que en ellos te deberían dejar cuando menos otros tantos y luego seguir contando.

No faltaba quien me haya dicho que la vejez es un constante temblor de manos. Yo extiendo el brazo y allá, en su principio veo mi mano firme, como siempre, si bien apenas me han servido para nada. De niño con los dedos índice y pulgar tiraba mis canicas, pero jamás le daba a nada. En la escuela buena letra no tuve, y ahora menos, si no se hubiera inventado la máquina de escribir, no sé qué hubiera sido de mí, ni siquiera hubiera podido escribir las cartas que a Elvira le escribí a Jiménez donde vivía.

Muchos son los que usan sus manos como almohada o complemento de ella, a mí ni siquiera de eso me sirven. Afortunadamente tengo buen sueño, si no me desvelaría batallando sin saber qué hacer con ellas para que también se duerman.

Ni siquiera me han servido para echar una mano a alguien. Como apenas si en mi vida he hecho ejercicio o deporte, mis manos no tienen más fuerza que la que les exige diariamente esta máquina de escribir, que afortunadamente no es mucha, y así se salvan de ser totalmente inútiles.

JUEVES

Volviendo a lo del miércoles, las cosas hay que hacerlas cuando se es joven, pues poco a poco las oportunidades desaparecen, los amigos también, y después aunque se quisiera hacer algo ya no se encuentra ayuda para lograrlo.

Si tú buscas y encuentras la edad de los héroes universales lo primero que te sorprende es su edad. Todos son jóvenes. Hasta los nuestros. Y mira que podíamos no serlo, pues todos dicen que somos traga años. Pero, ¿a qué edad crees tú que nuestro héroe azteca tuvo que soportar que le quemaran los pies los conquistadores? Tenía 24 años cuando eso sucedió, y para entonces ya había hecho lo que tenía que hacer con su vida.

Hay algo que a mí no me gusta que haya hecho, o que me hubiera gustado que hubiera hecho de otra forma: su acercamiento al conquistador puñal en mano, sólo para decir: “Toma este puñal y mátame con él. “Para los tiempos que se vivían, si tú te acercas tanto como él tuvo que acercarse a su enemigo era para utilizar su arma, y a ver qué pasa, no para andar con cortesías.

Pero, bueno, esto salió por la cuestión de la juventud que dicen quienes de ello saben, que dura de los 15 a los 34 años de edad. A lo mejor hoy dura más, pero en mis tiempos eso decían.

La cuestión es que las ideas o los proyectos que se tengan hay que realizarlos cuanto antes porque si se incuban mucho tiempo se quedan en la incubadora, se frustran, y ellos por sí solos no llegan a ninguna parte.

VIERNES

Bendita maldición la del Señor, y bendito sudor el del trabajo, y dime si no. ¿Qué estuvieras haciendo sin hacer nada, y por cuánto tiempo serías capaz de permanecer en esa quietud o en ese no pensar?

Hacer las cosas despacio, eso sí, porque toda cosa que se haga debe hacerse bien, o lo mejor que podamos, al menos. Y es lo menos, si no, lo mejor es estarse quieto. La prisa está bien para los que bailan porque eso al fin los cansará; no pueden pasarse la vida bailando, ni aun comiendo de ello. En cambio trabajando sí puede pasarse cada quien su vida, y de hecho así nos la pasamos, en una especie de ritmo que el trabajo nos impone a todos, sea lo que sea que hagamos.

El trabajo es una de las creencias que, aunque al principio, en la adolescencia o en la juventud, alguna vez en la vida, hayamos rechazado o desestimado, acabamos no solamente por adoptar sino hasta de enamorarnos de ella, y así hasta descubrir que el trabajo es un juego, no un deporte, en el que tienes que competir con otro sino un juego que puedes jugar tú solo, lo que lo vuelve placentero.

Sobre todo, el trabajo, sea cual sea, nos vuelve disciplinados y pacientes. Los artesanos en esto son fantásticos; son capaces de estar tallando por horas el tronco o su pedazo de madera, hasta que logran que su espíritu logre penetrar en él o en ella a través de sus manos.

Buena maldición, pues, nos dio el Señor. Imaginemos por un momento que hubiera sido otra. Con la que fuera, nos hubiera echado a perder la vida.

SÁBADO

Bien, aye, pues. Bus y Kerry escribieron, o hablaron, el último capítulo de su discusión, y aunque en ocasiones Bus daba mejor imagen, no cabe duda que para ello le sirvió el cargo que quiérase o no, por ahora, sigue teniendo, y que le falta, y a estas horas no se sabe si obtendrá su rival. Y eso sirve, ¡vaya si sirve! No se quiere decir con ello que si, por ejemplo, las cosas hubieran sido al revés y Kerry, en lugar de Bush, hubiera gobernado en los años anteriores lo hubiera hecho mejor que el que, indudablemente, perdió la discusión que ambos tuvieron. Una cosa es una cosa y otra es otra.

Un hombre bien intencionado puede fracasar como gobernante, pero un mal intencionado también. El éxito o el fracaso de los que mandan depende de circunstancias que nunca se toman en cuenta a la hora de elegirlos, y porque todos los que se inscriben para ser electos, creen servir para eso y más, ya que, ¡vamos! ¿quién cree ser incapaz para ello? Y es que, desde siempre, en todo el mundo, buenos gobiernos se han dado, por circunstancias especiales, bajo los gobernantes más inexpertos. Cuestión de los tiempos que a cada cual le toquen.

Y DOMINGO

En México, el Presidente de la República es un mito, es una luz, es un sueño para el pueblo, para el ciudadano. LUIS SPOTA

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