López Obrador no quiere responder a críticas de funcionarios y dijo que de ahora en adelante responderá a señas porque asegura hay "golondrinas en el alambre".
15 de octubre 2004.
MÉXICO, D.F., (SUN-AEE).- Al asegurar que sus adversarios están "engorilados", Andrés Manuel López Obrador, jefe de gobierno del Distrito Federal, dijo que al terminar la semana lo que quedó es espionaje e intervención telefónica.
"Todo fue pura bulla, puro ruido". No quiso responder a las críticas de funcionarios federales y legisladores, quienes han sugerido que es mentiroso, ignorante y cobarde.
Decidió que ya no va hablar y en su lugar utilizará las señas para contestar a los ataques. "Ya no puede uno hablar porque hay muchas golondrinas en el alambre, ya todo va a ser con señas, cuando me digan algo sobre el ciudadano presidente, ya de una vez les digo como va a ser", comentó.
Entonces cruzó su brazo derecho a la altura del pecho para referirse de manera figurada a la banda presidencial e inmediatamente utilizar el símbolo de amor y paz, con la mano, con el dedo índice y cordial extendidos.
De esa manera repitió la señal de amor y paz en las preguntas sobre Santiago Creel y Francisco Gil, secretarios de Gobernación y Hacienda, aunque de este último lo llamó "su alteza serenísima".
"Ya de verás, hoy es viernes, además hubo un ruido en esta semana, una bulla, lo que queda es que espían al secretario de Gobierno, al subsecretario de gobierno, eso es lo que queda".
Insistió en que hay un plan de ataque, "que es una tras otra, pero "cuando hablamos de acoso dicen `no, exageran', no es así". Explicó que no iba a hablar, "porque hay mucha histeria en nuestros adversarios, algunos se están engorilando, los noto muy duros, engorilados, en contra de nosotros, entonces como que vamos a relajar a distender el ambiente".
