Los nombramientos realizados por Ismael Hernández Deras generan preocupación. El Gobernador de Durango tardó casi dos meses para elegir a sus representantes en La Laguna. El argumento era el de una cuidadosa selección, discurso que se cayó el pasado viernes cuando muchos de los nuevos funcionarios confesaron desconocer el cargo que ocuparían, otros más honestos dijeron no tener el perfil, pero “que le echarían ganas”.
La lectura para los partidos de oposición es muy simple: Ismael está cumpliendo los compromisos adquiridos en campaña. El problema no sería tan grave si los “recomendados” tuvieran los perfiles adecuados, pero por desgracia no es así.
Cecilio Campos Jiménez, dirigente del Partido de la Revolución Democrática, vaticina desorganización e improvisación como las principales características de la nueva administración estatal. Para desgracia de La Laguna de Durango el pronóstico se está cumpliendo. Sobre todo, cuando en pequeños detalles como la puntualidad, Ismael reprueba. No ha habido un solo evento donde el Gobernador llegue a la hora señalada.
Para el presidente del Colegio Regional de Abogados de La Laguna, Alberto Montes Rodríguez, el Gobierno Estatal no tiene la voluntad de ser incluyente con los laguneros. Por este motivo nombra a duranguenses para las oficinas locales.
Preocupa que los profesionales de las leyes desconozcan el currículum del nuevo subprocurador de Justicia, Hugo Armando Reséndiz Martínez. Preocupa que Ivonne Elizalde Peraza, quien fue nombrada directora del Centro de Observación y Orientación para Menores Infractores confiese que no tiene experiencia, preocupa que Ismael no diseñe un equipo profesional y capaz. Todo parece indicar que Durango vivirá una experiencia de seis largos años, los cuales apenas inician.
