Barcelona (España), (EFE).- La momia egipcia de la Dama de Kemet tiene similitudes en el proceso de momificación con la del faraón egipcio Ramsés II, como restos de insectos necrófagos, según especialistas.
Así lo explicó el director del estudio de la momia y especialista en traumatología del Hospital barcelonés Sagrado Corazón, de Barcelona, Albert Isidro, al presentar el resultado de la autopsia de la momia, que -dijo- corresponde a una joven de unos 21 años, "con toda probabilidad de la clase alta de la época".
Según Isidro, ambas momias están separadas por más de diez siglos, ya que la Dama de Kemet data de entre los años 150 y 200 después de Cristo, en la época romana, cuando la momificación apenas se practicaba y solamente era una moda, frente a la de Ramsés II, que reinó entre los años 1304 y 1237 antes de Cristo.
El ADN (ácido desoxirribonucleico) de la momia de la Dama de Kemet no ha podido ser determinado ya que, según Isidro, "es muy difícil que se mantenga después de 500 años, pero sí hemos logrado el de los insectos necrófagos gracias a la queratina de su cuerpo, que permite conservar el ADN".
La permanencia del ADN, según Isidro, depende de factores como la temperatura y, en climas cálidos como el de Egipto, no suele pasar de 500 años frente al de las momias congeladas (Groenlandia), que puede pasar de 100 mil años.
"El análisis de los huesos y de los tejidos blandos -precisó Isidro- no ha revelado que tuviera algún tipo de enfermedad, por lo que no ha sido posible determinar exactamente cuál fue la causa de su muerte".
Las similitudes con la momia de Ramsés II se han demostrado, dijo Isidro, en la actuación de los llamados "escuadrones de la muerte", que son los insectos necrófagos que se introducen en los cadáveres para alimentarse.
Estas similitudes hacen pensar a los especialistas que han intervenido en la autopsia que a la Dama de Kemet se le practicó una momificación "de primera categoría".
Los restos hallados en la Dama corresponden a dos coleópteros, los denominados escarabajos del jamón y carcoma del tabaco, que también fueron hallados en la momia de Ramsés II.
Esta circunstancia no se da sin embargo en la momia de Tutankamón -miembro de la XVIII dinastía del Imperio Nuevo, que reinó entre los años 1333 y 1323 antes de Cristo-, en la que el uso de sustancias bituminosas fue tan importante que el cuerpo momificado se destruyó, impidiendo la llegada de los insectos necrófagos a su interior.
La Dama de Kemet ya fue sometida a una autopsia en 1989 mediante escáner, pero ahora el equipo dirigido por Isidro le ha aplicado las técnicas mas modernas utilizadas en el análisis de otras momias.
Mediante dos fases de endoscopia por dos orificios se obtuvieron muestras tanto de hueso como de tejidos blandos (músculos y órganos internos) y se constató que tenían una textura de gran fragilidad.
La autopsia fue practicada por un equipo de especialistas del departamento de biología celular del Hospital Clínico y del departamento de antropología biológica de la Universidad Autónoma de Barcelona.
La Dama de Kemet está compuesta de vendas, estuco y madera, y pertenece a la Epoca Romana (150-200 DC). Mide 159 centímetros de longitud, 40 centímetros de altura y 21 de grosor.
La momia tiene un vendaje en el que aparecen pintadas imágenes divinas referentes al ciclo eterno de la vida y una de sus características es la representación en su rostro de uno de los llamados "retratos de El Fayum", datados entre los siglos I y IV de nuestra era, en la época de dominación romana de Egipto.
