París, (EFE).- El cuerpo momificado de una mujer durante 23 años por su familia, que creía que iba a resucitar, fue descubierto en una localidad de Reunión (Francia Ultramar), informaron fuentes judiciales.
La mujer, Zoubeda Issabaye, falleció en octubre de 1981 a los 35 años, y sus padres, que quisieron ocultar su muerte a sus tres nietos, conservaron su cadáver en una pequeña habitación del inmueble familiar, en la localidad de Saint-Benoit.
Uno de sus hijos descubrió el cuerpo y avisó a la policía, según las mismas fuentes.
Issabaye, afectada de un desequilibrio mental, según su ex marido, se instaló en casa de sus padres tras divorciarse en 1976 y después de pasar un tiempo en un hospital psiquiátrico.
Tres años más tarde, su progenitor la envió a la India para que se curara, sin éxito, en un centro religioso musulmán e hinduísta.
Al morir en 1981 en el domicilio de sus padres, el gurú indio que había tratado a la mujer durante su estancia en el subcontinente, aconsejó a la familia que no se acercara al cuerpo porque iba a resucitar, informaron las fuentes.
Los progenitores explicaron entonces a sus nietos que, a causa del estado de demencia de Issabaye, era preferible que no la vieran y la mantuvieran aislada.
A causa de unos papeles que la difunta tenía que firmar, los hijos llamaron a la policía para poder entrar en la habitación donde se hallaba la muerta, momento en que hallaron el cadáver.
Interrogados por la policía, la familia explicó que dos sobrinas dormían cada noche en la pieza de la difunta.
Los hechos han causado una gran conmoción en la comunidad musulmana de la Reunión.