EFE
GELSENKIRCHEN, ALEMANIA.- El AS Mónaco y el FC Porto se disputan hoy la UEFA Champions League en una final inédita, que les da a los dos equipos una oportunidad posiblemente única de obtener el máximo título continental de clubes.
"Nadie de los aquí presentes hubiera dicho al comienzo de la temporada que la final de la UEFA Champions League la iban a jugar el Mónaco y el Porto", recordó, ante la prensa internacional, el técnico portugués José Mourinho.
Para ambos equipos, que se convirtieron en las sorpresas de la temporada europea, hubo un momento clave en la campaña en la que empezaron a pensar que tenían abierto el camino hacia Gelsenkirchen.
Para el Mónaco, según su entrenador Didier Deschamps, fue el triunfo ante el Real Madrid en cuartos de final lo que despertó un potencial inexplorado en su equipo y sentó las bases que terminaron llevándolo a la final de la UEFA Champions League.
Para el Porto, según Mourinho, el momento definitivo fue el compromiso de octavos de final ante el Manchester United.
"Podría decir que desde el comienzo de la temporada pensamos en llegar hasta aquí pero no es verdad. Nuestra meta era pasar la primera ronda y ser campeones portugueses y eso ya lo habíamos conseguido en diciembre y entonces vino el partido contra el Manchester", dijo Mourinho.
"Durante una hora estuvimos eliminados y en el último minuto logramos clasificarnos. Entonces nos dimos cuenta que ya estábamos entre los ocho primeros y que la semifinal también era posible y cuando vimos los equipos que llegaron a semifinales vimos que ninguno era mejor que nosotros", dijo Mourinho.
Con respecto a la manera como se planteará el partido, Deschamps dijo que al final terminará siendo espectacular pero que, por lo mucho que hay en juego, es posible que al principio predomine la rigidez táctica por parte de ambos equipos.
"Nosotros no podemos salir a esperar, tenemos que correr riesgos. Pero tampoco nos podemos desconfiar del todo en defensa", dijo.
En todo caso, el Mónaco afronta la final de la UEFA Champions League con todo su efectivo completo y con la esperanza de poder dar la campanada en Gelsenkirchen.
La principal duda proviene de la falta de experiencia del equipo, en el que sólo el delantero español Fernando Morientes está acostumbrado a jugar partidos de este nivel, por lo que toda la plantilla parece haberse puesto en manos del extremeño para afrontar el partido más importante de su historia.
Hasta la final, Morientes ha aparecido siempre en los momentos importantes y su concurso en la fina, despejado de toda duda tras los rumores sobre su posible baja por lesión, se antoja como imprescindible en el Principado.
La sensación general es que la final de la UEFA Champions League acabará con una etapa, ya que no son pocos los que dudan de que el conjunto que ha llegado a la máxima final europea se deshilachará a golpe de talonario de otros equipos.
Ya se habla de Deschamps en el Juventus de Turín y de que Morientes podría seguirle, tras las muestras de solidaridad que ha expresado en los últimos días. Jerome Rothen suena en el París Saint-Germain y media Europa se pelea por Ludovic Giuly.
En el Porto, también se habla del final de una era y, aunque Mourinho se negó a comentar ayer su presunta marcha al Chelsea, tampoco quiso descartarlo de plano.
"Puede que mi futuro sea el Chelsea pero ahora lo que importa es el partido de mañana", dijo Mourinho ante las insistentes preguntas de la prensa sobre su marcha.
Los portugueses basan todo su futbol en el dominio del juego y el control del balón, que roba la iniciativa al adversario, como lo advirtió ayer el propio Deschamps.
En lo ofensivo, es clave el trabajo del centrocampista Deco y la capacidad goleadora de Derlei.
Probables formaciones:
Monaco: Roma; Ibarra, Rodrigues, Squillaci, Evro; Giuly, Bernardi, Zikos, Rothen; Morientes y Prso.
Porto: Vítor Baía; Paulo Ferreira, Jorge Costa, Ricardo Carvalho, Nuno Valente; Alenitchev o Pedro Mendes, Costinha, Maniche, Deco; McCarthy y Derlei.
Árbitro: Kim Milton Nielsen (Dinamarca).
Estadio: Auf Schalke, de Gelsenkirchen.