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MADRID, ESPAÑA.- El escritor mexicano Carlos Monsiváis recorrió las pasiones de vida de la actriz María Félix en el artículo La Doña Devoradora que aparecerá hoy en el semanario del diario español El País.
Engendrada por sus padres, pero inventada por sí misma, según recuerda Monsiváis que refería Octavio Paz, María recibió adjetivos como "despótica, lúcida, inesperadamente tierna, marcisista al punto de la autofagia, poseedora de armario con atavíos irreprochables".
Para el autor de Días de Guardar, "María Félix siempre desdeñó esa variante del anonimato que es suponer cotidianas sus apariciones en público".
En la crónica de quien obtuvo en España el premio Anagrama de ensayo, se puede dar un vistazo a la vida de La Doña, desde su nacimiento el ocho de abril de 1914, en Alamos, Sonora, hasta su muerte el 8 de abril de 2002.
Descubierta en la calle por un ingeniero Palacios, la madre de Enrique Álvarez Félix, trastocó el modelo de feminidad prevaleciente en el cine mexicano.
Para Monsiváis la aparición de María Félix en "Doña Bárbara", novela de Rómulo Gallegos llevada a la pantalla facilitó "a María quebrantar el machismo de la industria fílmica, que inmoviliza a las actrices en función de ‘la inferioridad de su sexo’".
El premio Xavier Villaurrutia afirmó que cuando María se califica como una "mujer de corazón de hombre", en realidad "describe los derechos de una mujer, ella misma, que no representa al género y que nunca deja de representarlo".
La Doña fue idolatrada por Agustín Lara, que le dedicó María Bonita, y José Alfredo Jiménez, quien se inspiró en ella para Me Cansé de Rogarle, y Brindis de un Bohemio por una Reina, según confesó a Monsiváis, Chabela Vargas.
Luego de describir en una frase las películas donde La Doña es Devoradora, La Mujer de Todos, La Diosa Arrodillada, o Doña Diabla, melodramas con moraleja de "desmoronamiento moral", el autor de Amor Perdido destaca la suntuosidad de María Félix.
"Hoy, lo fascinante (y lo divertido) de estos melodramas no radica en los argumentos y sus reprimendas, sino en las atmósferas, el extremismo de situaciones y diálogos y la trama más auténtica: la suntusidad de María Félix", agregó.
"Es imposible reconstruir debidamente el clima de acecho, difamaciones y odio cerrado que rodea a María Félix en los años de su ascenso y consolidación", indicó Monsiváis.
"Todo lo que se dice de ella es creído y creíble porque lo primordial es seguir mencionándola, y por eso cada alusión a su existencia es, si se quiere acudir a términos casi exactos, o un altar o un patíbulo o, por lo común, ambas cosas juntas", enfatizó.
El artículo de siete páginas, ilustrado con fotografías de María Félix, Agustín Lara y Jorge Negrete, será publicado dentro de la sección Pasiones salvajes.