SUN-AEE
Miami, EU.- De las albercas a la pantalla, del lienzo charro a los escenarios y del diamante al celuloide. Esa ha sido la transición de Pablo Montero, quien antes de ser estrella de la música y la televisión soñaba con ser la nueva promesa olímpica para México.
?Mi familia siempre ha estado ligada al deporte, desde que era muy niño?, confesó en entrevista el cantante coahuilense. ?Siempre he practicado deportes, desde beisbol y charrería hasta natación y clavados?, comentó.
Son precisamente los saltos ornamentales los que más llamaron la atención del actor durante su juventud, pero una primera incursión en el mundo de la música impidió que Montero siguiera persiguiendo sus sueños olímpicos.
?Me gustaban mucho los clavados, es una actividad que requiere mucha disciplina?, dijo durante la presentación de los Premios Fox Sports, en donde tendrá una participación artística el próximo 15 de diciembre en Miami. ?Pero a los 15 años me invitaron a formar parte de un grupo juvenil, y tuve que dejar el deporte. Cuando quise volver a retomar los clavados ya no pude. No es lo mismo, hasta miedo me dio?, aseveró.
Ahora su trabajo como cantante y actor le ha dado una nueva oportunidad de ligarse con el deporte, pues para su nueva película encarna a un pelotero cubano, en el largometraje Un Loco Soñador.
?Gracias a esa película pude agarrar un bat por primera vez en 15 años?, señaló. ?Recibí mucha ayuda porque no quería dobles, así que tuve que volver a aprender a batear y lanzar?, indicó. Afortunadamente para el intérprete, no tuvo que ir muy lejos para recibir la ayuda necesaria para lucir en el diamante, pues su primo, Fernando ?He Man? Rodríguez, es pelotero profesional de Los Vaqueros de Laguna de la Liga Mexicana de Beisbol.
?Estuve entrenando dos meses con mi primo?, comentó. ?Incluso llegaba a lanzar 250 o 300 pitcheos diarios, pero fue agradable revivir esos momentos?, enfatizó.