AGENCIAS
BANGKOK, TAILANDIA.- Una bomba colocada en una motocicleta estalló ayer a las puertas de un bar en el sur de Tailandia, hiriendo a por lo menos 30 personas, en su mayoría turistas, dijeron la policía y empleados de un hospital.
Tres personas fueron heridas de gravedad por la explosión en Sungai Kolok, una población situada cerca de la frontera con Malasia, dijo el capitán de la policía Pibul Wattanatham.
La bomba estalló alrededor de las 19:30 horas locales en el estacionamiento del hotel Marina, hiriendo a los clientes, dijo Pibul.
La mayoría de los heridos en la explosión eran turistas malayos, dijo una empleada del hospital Sungai Kolok, que pidió no ser identificada. La empleada dijo que en el hospital estaban siendo atendidas 26 personas.
Ningún grupo se atribuyó inicialmente la responsabilidad por la explosión en el poblado de la provincia de Narathiwat.
De acuerdo con los reportes, la policía cercó el área a fin de iniciar una investigación en torno a este ataque, el más reciente de una ola de violencia registrada desde enero pasado en el sur de Tailandia, donde casi el 90 por ciento de la población es musulmana.
Esa zona ha estado bajo una Ley marcial debido a los hechos de violencia, que atribuida a una mezcla de separatistas islámicos y mafias, ha dejado unos 50 muertos, entre ellos miembros de las fuerzas de seguridad.
El jefe de la policía nacional de inteligencia, general Chumpol Manmai, indicó que se esperaban ataques de este tipo luego de la detención de nueve personas sospechosas de tener vínculos con los últimos hechos de violencia.
Pibul dijo que alrededor de la mitad de los heridos fueron dados de alta luego de ser sometidos a tratamiento. Indicó que la bomba destruyó otras cuatro motocicletas estacionadas cerca.
La policía no quiso formular conjeturas sobre las razones del atentado. Sungai Golok es un sitio popular entre turistas masculinos procedentes de Malasia, un país de mayoría musulmana. La ciudad es conocida por la prostitución y el contrabando.
Ayer el teniente Pramote Kansap, de 50 años, un oficial naval que trabajaba para el Comando de Operaciones de Seguridad Interna (COSI), fue asesinado a balazos mientras trotaba en Narathiwat, dijo el capitán de policía Nond Chanboonrawd. COSI es una central de contrainsurgencia.
Con su muerte se elevan al menos a 55 las personas asesinadas en ese tipo de ataques en las provincias de Narathiwat, Pattani y Yala desde el cuatro de enero, cuando desconocidos asaltaron un arsenal del Ejército en Narathiwat matando a cuatro soldados y robando centenares de armas. El Gobierno culpó de la incursión a separatistas islámicos.