LISBOA, PORTUGAL, (EFE).- Una muchacha de 21 años de la localidad portuguesa de Penalva do Castelo fingió un secuestro, violación e intento de homicidio para que su antiguo novio sintiese lástima y volviese a su lado.
La joven, cuya identidad no ha sido revelada por la Policía Judicial lusa, está ahora acusada de simulación, lo que puede acarrearle una pena de hasta un año de cárcel o una copiosa multa, y el castigo puede alcanzar a un amigo, de 23 años, que le ayudó en el engaño.
La noche del pasado 16 de abril la muchacha salió de su casa y en la madrugada del día siguiente, tras recibir una llamada anónima, fue encontrada en unas obras por su hermano, inconsciente y atada con cinta aislante.
La joven relató a las autoridades del distrito de Viseo, donde está su localidad, que había sido secuestrada, violada e intentaron matarla, pero una larga y paciente investigación permitió a la Policía demostrar que todo era “una simulación”.
Hace un mes acabó por confesar las verdaderas intenciones de su acción, que no eran más que su deseo de llamar la atención del joven con quien había roto relaciones, y explicó que estaba inconsciente porque ingirió un comprimido de los que usa su madre contra la depresión.