La falta de equipos de seguridad al momento de combatir las plagas es grave riesgo para los agricultores
Sin percatarse del riesgo al que se estaba exponiendo, un campesino de 20 años de edad falleció intoxicado luego de fumigar y fertilizar con un aspersor una considerable extensión de cultivos. Ya por la noche, cuando lo echaron de menos, sus familiares acudieron a buscarlo, pero fue demasiado tarde.
Catarino Rueda Aispuro, joven agricultor con residencia en el poblado Yerbabuena, en las inmediaciones del municipio de Canelas, cometió el fatal error de trabajar sin el equipo adecuado, además de la ignorancia en el manejo de sustancias peligrosas para el ser humano.
Según sus familiares, el hoy occiso salió desde temprano a laborar, correspondiendo la jornada a fumigar y esparcir el insecticida en los cultivos situados a tres kilómetros de su hogar, en el paraje conocido como Cerro Gordo.
Sin usar guantes ni mascarilla, inició la tarea colocándose el depósito en la espalda y tomando con la diestra el aspersor para humedecer las plantas con la sustancia química, sin darle mayor importancia a las posibles consecuencias de su omisión en el uso de equipo de seguridad.
En determinado momento, luego de la prolongada exposición a fertilizantes y el plaguicida, empezó a sufrir los estragos de la intoxicación y perdió el conocimiento para no despertar más.
Fue hasta entrada la noche cuando su hermano Seferino, de 27 años, empezó a echarlo de menos y al acudir lámpara en mano hasta el lugar donde presumiblemente estaría, observó el cuerpo sin vida de su consanguíneo, conservando aún el depósito con el mortal líquido en la espalda, dando parte de inmediato a las autoridades del lugar para que dieran fe de los mortales hechos que derivaron de este accidente.
Precaución
Intoxicaciones son frecuentes
De acuerdo con funcionarios de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, las intoxicaciones por insecticidas en el campo son frecuentes, ya que los agricultores rara vez utilizan guantes, casco y mascarilla para evitar el contacto de su piel con los químicos que utilizan en las labores de fertilización y de fumigación.
Se dio a conocer que es responsabilidad de los mismos proveedores de esos productos prevenir a los campesinos sobre el riesgo que corren en la aplicación, además de recomendarles los equipos de seguridad más adecuados.
Otra causa de que algunos campesinos resulten intoxicados es porque hacen las aplicaciones de los químicos en sentido contrario a la dirección del viento, y al hacer la aspersión de esos productos, los mismos se impregnan en la ropa y piel de los fumigadores, siendo absorbidos de inmediato por el organismo.
Las autoridades de la Sagarpa recomiendan a los campesinos que al terminar de fumigar o fertilizar, de inmediato tomen un baño con abundante agua y jabón, además de ingerir leche en abundancia para tratar de contrarrestar los efectos de los tóxicos.