10 de julio de 2004
Lisboa, (Notimex).- La muerte de la ex primera ministra de Portugal (1979), María de Lurdes Pintassilgo, a los 74 años de edad de un paro cardiaco, causó consternación en el gobierno y entre los políticos, quienes reconocieron su calidad intelectual y moral.
"Perdimos a una ciudadana notable que sirvió a Portugal en los más altos puestos y funciones, siempre con gran talento, inovidable dedicación y una actitud siempre innovadora", dijo el presidente Jorge Sampaio, sobre la muerte de Pintassiglo "de quien fui amigo y admirador".
Hace una semana, Pintassilgo fue una de las 16 personalidades que Sampaio consultó para tomar una decisión sobre la crisis abierta por la dimisión del primer ministro José Manuel Durao Barroso, quien ocupará la presidencia de la Comisión Europea.
A la salida del palacio presidencial, la ex primera ministra dijo en esa ocasión que Portugal estaba viviendo "la peor crisis desde la Revolución de 1974". El nuevo lider del Partido Socialdemócrata y virtual primer ministro, Pedro Santana Lopes, externó también su pésame, el de su partido y del ayuntamiento de Lisboa, que todavía preside, por "la perdida de una gran señora siempre preocupada por los más débiles". El cuerpo de Lurdes Pintassilgo, quien pereció anoche, se encuentra en la Basílica de la Estrella en Lisboa y será enterrado mañana domingo en el cementerio de los Prazeres. Católica militante, miembro de la Comunidad del Santo Grial, organización religiosa laica, Pintassilgo, ingeniera química industrial llegó a la política en el marco de la crisis por la encíclica Pacem in Terris y el movimiento renovador del Concilio Vaticano II . Bajo la dictadura, fue procuradora de la Cámara Corporativa, una especie de senado, de 1965 a 1974, donde se distinguió por sus intervenciones en defensa de los derechos laborales y de la participación de las mujeres.
Después de la Revolución de abril de 1974, ocupó varios cargos gubernamentales, Fue ministra de Asuntos Sociales del segundo y tercero gobierno provisional en 1974. En 1979 fue primera ministra del V gobierno constitucional, "de los cien días", nombrado por el presidente Antonio Ramalho Eanes para preparar las elecciones legislativas.
Estos comicios dieron lugar por primera vez la victoria a la coalición Alianza Democrática, formada por el Partido Social Demócrata y el Centro Democrático y Social (CSD) antecesor del actual Partido Popular.
Después de dejar el gobierno, fue nombrada embajadora en el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNESCO) y consejera del presidente Eanes. Se separó de la izquierda clásica y formó en 1986 su propia organización política, el Movimiento para la Profundización de la Democracia.
Criticaba las limitaciones de la democracia representativa de tipo parlamentario y preconizaba el desarollo de nuevas formas de democracia participativa a través de organizaciones de base de la sociedad civil.
Fue candidata a la presidencia en 1986, ubicandose en el cuarto lugar con el 7,3 por ciento de los votos y en la segunda vuelta declino y apoyó al candidato socialista Mario Soares, que fue elegido. Al año siguiente, se postulo como aspirante al Parlamento Europeo en la lista del Partido Socialista y fue eurodiputada hasta 1991. Publicó varios libros y artículos en revistas y periódicos, sobre temas que siempre le interesaron como el papel de la Iglesia en la sociedad y la promoción de la mujer en la vida activa .