Juan Andrés Castillo se queda dormido sobre el volante, choca contra otro auto y termina volcándose
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Trágica muerte encontró Juan Andrés Castillo de Luna, luego que la madrugada del domingo por el libramiento Periférico Torreón, a la altura del Tianguis del Auto, chocara el vehículo que conducía para luego volcarse, al haberse quedado dormido sobre el volante. Su acompañante resultó con lesiones leves.
La velocidad inmoderada y el exceso de alcohol ingerido fueron factores que también se vieron involucrados en el mortal accidente ocurrido alrededor de las 04:30 horas por el citado Libramiento, en el kilómetro 4+500.
Sobre el Periférico, de poniente a oriente, provenientes de la colonia El Roble, circulaba la camioneta Ford Aerostar, modelo 1990, color azul marino, placas EZD-6146 de Coahuila, conducida por Juan Andrés Castillo de Luna, de 21 años de edad, vecino de calle Desierto Central No. 921 de la colonia Nueva California.
Se dirigía a dejar a su amigo, David Lozano Olivas, de 20 años, con domicilio en avenida Algodonera No. 50 del fraccionamiento Quintas del Nazas. Ambos habían estado bebiendo desde la noche anterior.
Luego de pasar el puente donde se ubica la estatua del Campesino, a la altura del Tianguis del Auto, el conductor perdió el control de la unidad y ésta viró a la izquierda para irse a impactar de frente contra un poste de acero que sostiene los señalamiento aéreos.
Pese al impacto, el vehículo siguió su trayectoria, ahora para salirse del camino y volcarse, quedando sobre su costado derecho. Los dos ocupantes de la camioneta resultaron lesionados.
Recuerdo imborrable
?Veníamos de casa de unas muchachas que acabábamos de conocer en la discoteca, donde estuvimos bebiendo luego de comprar cerveza en Gómez Palacio. Ya me llevaba a mi domicilio?, manifestó David Lozano Olivas a Yolanda Ezqueda Moreno, agente en turno del Ministerio Público de Delitos Contra la Vida y la Salud Personal.
David y José Andrés Castillo de Luna, habían comenzado a beber en el establecimiento denominado Deep, ubicado sobre el bulevar Independencia, frente a Galerías Laguna, donde conocieron a dos jóvenes, ambas de nombre Gabriela.
Ahí decidieron seguir la velada en casa de una de ellas, ubicada en la colonia El Roble, a donde se dirigieron, pero antes fueron a Gómez Palacio a comparar más cerveza.
Gran parte de la madrugada estuvieron afuera de la casa de Gaby ?N?, en donde a bordo de la camioneta, estuvieron consumiendo las bebidas, hasta cerca de las cuatro de la madrugada. Entonces se despidieron y cuando David sube a la camioneta, de inmediato se queda dormido.
De pronto, se despertó bruscamente y ve que acaban de chocar contra algo, no supo identificar con qué y fue cuando volteó a ver a José Andrés y vio que iba dormido, mientras que el vehículo seguía su trayectoria a gran velocidad.
David tomó la decisión que le salvó la vida. Abrió la portezuela y saltó de la unidad, cayendo sobre la terracería en tanto vio cómo la camioneta iba sin control.
Por unos instantes perdió el conocimiento y alcanzó a observar cómo su amigo estaba vomitando sangre, por lo que intentó ayudarlo pero la fallaron las fuerzas y cayó de nuevo en la inconsciencia, despertando cuando era trasladado por la Cruz Roja. Luego se enteró que José Andrés había muerto.
Triste despertar
Durmiendo en su domicilio se hallaba Luis Gerardo Alcántara de la Cerda, de 35 años, quien despertó bruscamente al oír el timbre del teléfono. Era una persona que le avisó que su sobrino José Andrés, había sufrido un accidente, por el Tianguis del Auto.
Rápido, avisó a su compadre, de nombre José Isidro de Luna Cázares, de 36 años, también familiar del accidentado y ambos se dirigieron hasta el sitio en mención donde al llegar el inspector Humberto Hernández Parra, de la Policía Federal Preventiva (PFP), División Caminos, a cargo de la unidad 8429, les comunicó que su sobrino fue trasladado por la Cruz Roja al puesto de socorros.
A arribar a la benemérita institución les dijeron que el joven fue canalizado a la unidad de urgencias de la clínica 16 del Seguro Social, hacia donde se dirigieron sólo para que el médico de guardia les diera la triste noticia de que José Andrés había muerto.
El joven de hecho, llegó sin vida y durante cinco minutos estuvieron aplicándole reanimación cardiopulmonar, pero los esfuerzos fueron inútiles. No resistió a las graves lesiones y dejó de existir, probablemente por estallamiento de vísceras y contusión profunda de tórax. La hora: 05:10 de la mañana.
