EL SIGLO DE TORREÓN
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Larga agonía sufrió Benito Enríquez Espino, quien luego que fue atropellado la noche del sábado por un vehículo cuyas características se ignoran, permaneció toda la noche en el sitio del accidente hasta que ayer por la mañana fue encontrado por una de sus hermanas, muriendo en camino a la Cruz Roja.
Fue hasta las 8:20 horas cuando la Policía Ministerial recibió el reporte de una persona atropellada que iba en una ambulancia de la Benemérita institución hacia el puesto de socorros, pero debido a las graves lesiones recibidas no resistió y en el trayecto murió.
El mismo Benito manifestó a los socorristas que la noche del sábado, alrededor de las 21 horas, cuando caminaba sobre la carretera Nazareno-Picardías, a la altura del ejido La Campana, un veloz vehículo, cuyas características no distinguió, lo embistió de lleno, pasando por encima de su humanidad.
Durante toda la noche, soportando el intenso dolor de sus lesiones, permaneció el infortunado individuo, sin que nadie se diera cuenta de su sufrimiento y le brindara auxilio.
Los minutos se convirtieron en horas, horas que se le hicieron eternas y cuando pensaba que moriría en ese sitio llegó una de sus hermanas que al verle las serias heridas, llamó a la Cruz Roja, que acudió en pocos minutos.
Sin embargo, su destino ya estaba marcado, pues la prolongada espera para recibir atención médica, fue uno de los principales factores para que al ir en trayecto al puesto de socorros, poco después de pasar el vado del Nazas, dejó de existir.
Óscar Menchaca Lara, agente del Ministerio Público, dio fe del cadáver del infortunado Benito Enríquez Espino, de 34 años de edad, quien presentó traumatismo craneoencefálico, hundimiento de tórax y probable estallamiento de vísceras.
Su hermana Claudia Enríquez Espino, de 24 años, fue quien identifico judicialmente el cadáver de su familiar.
