Bryan David Inungaray, de tres años de edad, murió calcinado en el interior de una casa de madera y cartón, después de que su madre, al ir al baño, notó que la vivienda era consumida por el fuego. Al parecer, el incendio comenzó por una veladora que cayó en la cama donde la mujer dormía con sus dos hijos, pero solamente logró salvar al mayor.
La Comandancia Regional de Cuencamé notificó a la Procudaruría de Justicia que los hechos se registraron la madrugada de ayer, en un lugar mejor conocido como Las Huachicoleras, sitio donde se ubican los alambiques para la elaboración del sotol, y se distingue porque prevalecen las chozas de cartón y madera donde habitan los trabajadores.
Teresa Inungaray García, de 29 años, madre del menor fallecido, relató a los agentes que alrededor de las 03:00 de la madrugada salió de su hogar para atender una necesidad fisiológica, ya que carecen de letrinas, además de energía eléctrica; por ello, alumbraba su hogar con veladoras.
Instantes después, al regresar a la casa, alarmada, notó cómo las llamas se elevaban sobre su hogar, e inmediatamente pensó en sacar a sus dos hijos, uno de siete y otro de tres años. Rescató al primero, pero por la intensidad del fuego le fue prácticamente imposible rescatar al más pequeño.
Los vecinos, alertados por los gritos de auxilio de la inconsolable mujer, ayudaron a sofocar el fuego, pero ya era demasiado tarde.
Según los indicios encontrados en el lugar, al parecer, una de las veladoras cayó en el camastro e incendió los sarapes, de ahí que el menor perdió la vida en minutos.