Víctima de asfixia por sumersión falleció la mañana de ayer un joven de 20 años de edad, quien, por la altas temperaturas y en compañía de un adolescente, acudió a nadar a las aguas de la presa Garabitos, pero desafortunadamente el veinteñero cayó a un área profunda y de ahí ya nunca pudo salir a la superficie con vida.
Miguel Ángel Morales Amaro, de oficio tianguista, tenía su domicilio en calle Calixto Contreras No. 306 de la colonia Villa de Guadalupe y alrededor de las 10:00 horas contactó a su vecino Víctor Manuel Salazar Durán, de 16 años, y a bordo de sus respectivas bicicletas acordaron ir hasta el lugar señalado sin saber lo que el destino le deparaba.
Minutos después los fatigados ciclistas llegaron a la presa y ubicaron los vehículos y sus pertenencias al lado izquierdo de la cortina, cerca de un pequeño llano con escasa vegetación.
Según dijo el adolescente al agente del Ministerio Público y a los elementos de Rescate Acuático de Bomberos, por el calor, Miguel se despojó de la playera y comenzó a mojarse los pies en el agua, en tanto que el declarante jugaba con su teléfono celular.
Repentinamente escuchó el chapoteo del agua que se tornaba cada vez más persistente y al voltear vio a Miguel luchando por su vida al tratar de nadar a la orilla, sin éxito. Sin pensarlo dos veces, saltó al agua para alcanzarlo, pero no le fue posible ayudarlo y ante sus ojos observó cómo lentamente las aguas del embalse se tragaban a la víctima.
Cerca de las 14:00 horas, después de notificar a los cuerpos de seguridad el accidente, el cuerpo sin vida de Miguel fue rescatado por los bomberos, señalando que la profundidad del sitio era de 12 metros y fue hasta el fondo que el cadáver del comerciante fue localizado entre piedras y lodo.
Los restos mortales de Miguel Ángel fueron trasladados al anfiteatro de conocido velatorio, donde le practicaron la necropsia de ley.
NUMERALIA
20
años
de edad tenía la víctima