Más de cien resultaron heridos.
11 de mayo 2004.
Gaza, (EFE).- Seis soldados murieron en un ataque contra las tropas de ocupación israelíes en la franja de Gaza, que en una violenta respuesta mataron a siete palestinos e hirieron a más de un centenar de personas.
Los hechos sucedieron en el barrio Zeitún de la ciudad de Gaza, cuando a primeras horas del día estalló un potente artefacto al paso de un vehículo blindado para el transporte de tropas.
Se trata del ataque más sangriento de la resistencia palestina en los últimos 18 meses y la explosión fue tan demoledora que las fuerzas israelíes trataban todavía de recuperar por la tarde los restos de los seis soldados.
El jefe de la región militar sur, Dan Harel, aseveró que sus "tropas buscarán en cada tejado y en cada balcón cualquier resto de los soldados muertos", y prometió que sólo abandonará el lugar cuando haya "completado la operación".
Las palabras del militar se refieren de forma dramática a la tradición judía, que ordena reunir la mayor cantidad de restos posibles de los cuerpos y enterrarlos juntos, para puedan resucitar el día en que venga el Mesías.
Entretanto, las autoridades militares israelíes ya han advertido de que no negociarán con el Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) o ninguna otra "organización terrorista" para conseguir los restos de los soldados.
Hombres encapuchados de Hamás han mostrado en una marcha por el centro de Gaza algunos pedazos de los soldados muertos y partes del vehículo militar que fue atacado.
Los militares, cuyas identidades aún no han sido facilitadas, pertenecían a la unidad de combate Givati y salían de madrugada de la ciudad de Gaza, donde el Ejército israelí efectuaba una operación a gran escala.
Según fuentes israelíes esa operación tenía como objetivo destruir infraestructuras donde supuestamente la resistencia palestina fabrica cohetes "Al-Kasam".
Alrededor de 20 tanques, vehículos blindados, todoterrenos y helicópteros israelíes irrumpieron anoche en el barrio Zeitún, según testigos presenciales.
Los "Batallones de Izadín Al-Kasam" y las "Brigadas Saraya Al-Quds", brazos armados del Hamás y la Yihad Islámica, respectivamente, asumieron la autoría del ataque contra las tropas israelíes en sendos comunicados.
Tras el suceso, Israel envió tropas de refuerzo, tras lo cual se registraron violentos enfrentamientos en el lugar entre militantes palestinos armados y los soldados.
Asimismo por la tarde un helicóptero israelí atacó un vehículo en Gaza.
Según fuentes médicas del hospital Shiffa de Gaza, un total de siete palestinos murieron en los ataques israelíes: cuatro milicianos y tres civiles, entre los que se cuenta un menor de 10 años.
Los heridos, según las fuentes, ascienden a más de 100, entre ellos 20 en estado crítico, con lesiones provocadas por metralla o fragmentos de misiles lanzados por helicópteros.
Por su parte, el responsable militar de la región sur, el general Harel, dijo que las siete víctimas mortales palestinas eran todos "militantes armados".
Mientras, las calles de Gaza permanecían vacías a primeras horas de la tarde y las emisoras de radio llamaban a la población a alejarse de los militantes que se enfrentaban a los soldados israelíes.
El primer ministro israelí, Ariel Sharón, ha convocado una reunión urgente del gabinete de seguridad a las 18.30 hora local (15.30 GMT) para estudiar los últimos acontecimientos y una posible respuesta al ataque de hoy.
"Luchamos contra un enemigo cruel, sin sentimientos, pero no dejaremos de combatirlo actúe como actúe", aseveró Sharón horas antes de iniciar la reunión.
Por su parte, el líder de la oposición, el laborista, Simon Peres, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas, aunque dijo: "Debemos sacar conclusiones acertadas sobre la franja de Gaza", en aparente alusión a la necesidad de evacuar ese territorio.
