Según las autoridades, el detonante del desastre fue el lanzamiento por parte del público de una bengala y otros elementos pirotécnicos.
Buenos Aires, (EFE).- Las proporciones de la tragedia desatada anoche en Buenos Aires por el incendio de una discoteca, que causó 175 muertos y 714 heridos, habrían sido menores si el local hubiese contado con condiciones mínimas de seguridad.
El hecho de que las puertas de emergencia estaban cerradas y que la cantidad de público superaba ampliamente la capacidad del local convirtieron a un concierto de rock en una "trampa mortal", de acuerdo con las investigaciones preliminares conocidas hoy.
Según las autoridades y los sobrevivientes, el detonante del desastre fue el lanzamiento por parte del público de una bengala y otros elementos pirotécnicos que prendieron fuego unas telas que se extendían bajo el techo de la discoteca colmada de jóvenes.
Las cifras de fallecidos y lesionados fueron confirmadas por el Gobierno argentino y el municipio porteño, que advirtieron de que varios heridos están graves, por lo que el número de muertos puede incrementarse con el correr de las horas.
La peor tragedia de la historia de Buenos Aires se desató cerca de la medianoche del jueves en el local "República de Cromagnon", ubicado en el populoso barrio de Once, que en pocos minutos se transformó en un caos de ambulancias y móviles policiales.
Luego de manifestar que una de las puertas de la discoteca se encontraba "cerrada con alambres y candados", el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, sostuvo que "de haber estado abierta se hubiera evitado la muerte de mucha gente".
También manifestó que "casi con seguridad" la cantidad de asistentes al recital del grupo de rock Callejeros "excedió la capacidad" del lugar, lo que fue corroborado por testigos que dijeron que había unas seis mil personas donde a lo sumo entran unas cuatro mil.
Para el ministro argentino del Interior, Aníbal Fernández, los jóvenes que fueron al concierto "estaban condenados a una trampa mortal" a pesar de que la discoteca contaba con habilitación municipal desde 1997.
La mayoría de las víctimas fatales, entre las cuales hay varios niños, fallecieron por asfixia debido a la acumulación de humo en la discoteca o fueron aplastadas por el mismo público, que en un intento desesperado por huir se agolpó en los accesos.
"Lo más impresionante fue ver que todas las víctimas eran jóvenes, el promedio es de 20 años. El tipo de gente que va a estos recitales es joven, incluso chicos", indicó el director médico del servicio de emergencias de la ciudad, Julio Salinas.
Del total de 889 afectados por el incendio, 120 aún no han sido identificados, por lo que se abrió un registro de personas que están siendo buscadas por sus familiares y fue habilitado un centro de información en el que se agolparon centenares de vecinos.
Los parientes de las víctimas siguieron con desesperación la lectura de las nóminas de lesionados que fueron ingresados en diferentes hospitales o clínicas de Buenos Aires y sus alrededores, mientras las identidades de los muertos no fueron suministradas.
En tanto, la policía solicitó a quienes hayan presenciado la tragedia que se presenten a declarar como testigos mientras intenta localizar al propietario de la discoteca, Omar Chabán, que posee otros locales nocturnos en la capital argentina.
Una joven que logró sobrevivir al incendio dijo que a pesar de que "había mucha seguridad" y al público le revisaron "hasta las zapatillas y los bolsos, entraron pirotecnia y la usaron aunque desde el escenario les decían que era muy peligroso".
El alcalde Ibarra advirtió de que si se determina que "hay alguna responsabilidad" de funcionarios municipales en la tragedia, que está siendo investigada por la justicia, adoptará "las medidas que haya que tomar".
Además, las autoridades de Buenos Aires decretaron desde hoy tres días de duelo en la ciudad, durante los cuales no podrá haber "actividades festivas ni música" en ningún espacio público.
El incendio de anoche, que es el sexto en número de víctimas fatales de la historia mundial y el tercero si se consideran solamente los ocurridos en discotecas, generó hoy muestras de condolencias por parte de varias naciones.
El Papa Juan Pablo II mostró su dolor por la tragedia a través de un mensaje enviado a Argentina, al igual que los Reyes de España y los gobiernos de Alemania, Chile y Francia, entre otras naciones.
