Se descartan actos terroristas.
26 de febrero de 2004.
Moscú, (EFE).- Dos explosiones de gas causaron hoy al menos 20 muertos y dos decenas de heridos en un café de la ciudad siberiana de Chitá y en una escuela de la república de Daguestán, en el norte del Cáucaso ruso.
El accidente más grave ocurrió en Chitá, donde al menos 16 personas murieron y 17 resultaron heridas al estallar varias bombonas de gas para uso doméstico en un café de esa ciudad del sudeste de Siberia, cercana a la frontera con Mongolia.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso señaló que los primeros datos de la investigación apuntan a que el siniestro se debió a una explosión de gas licuado, utilizado en la preparación de las comidas del establecimiento.
La explosión, que ocurrió a las 16.50 hora local (07.50 GMT), destruyó el café, que estaba adosado a un edificio de viviendas de cinco plantas cuyas ventanas rompió la onda expansiva.
Cerca de 160 bomberos, médicos y técnicos de salvamento tomaron parte en las tareas de rescate, mientras expertos con perros buscaban entre los escombros del café otras posibles víctimas.
El segundo siniestro se produjo en una escuela de una aldea de la república norcaucásica rusa de Daguestán y en el mismo murieron al menos cuatro niños y un quinto resultó gravemente herido.
La explosión se produjo a las 11.25 hora local (08.25 GMT) en la sala de calderas de una escuela situada en la aldea de Manashkent.
Según un portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencia, los fallecidos son dos niñas de 14 años y dos chicos de 15, mientras que una tercera niña fue ingresada en una unidad de cuidados intensivos con heridas muy graves.
Fuentes de la policía daguestaní descartaron que la explosión hubiera sido causada por un acto terrorista y confirmaron que hubo una fuga de gas en la sala de calderas del centro educativo.
Al parecer, en el momento de la explosión las víctimas se encontraban en los aseos del establecimiento educativo, entre la sala de calderas y la escuela misma.
En Rusia son frecuentes los accidentes producidos por el mal estado de las instalaciones de gas; sólo desde agosto de 2002 se han producido en este país al menos nueve sucesos graves de este tipo.
La prensa rusa ha denunciado en muchas ocasiones la negligencia de las autoridades locales y regionales a la hora de reparar viejos inmuebles, donde las instalaciones de gas se encuentran en mal estado y cuyas tuberías no son reemplazadas durante decenios.