EL PAÍS
Bagdad, IRAK.- Pese a que ayer los líderes shiies de Irak llamaron a Muqtada Al Sadr a deponer la rebelión contra la Coalición y a retirar a sus milicias de Nayaf y Kerbala, los combates se incrementan en la ciudad de Nayaf, al sur del país, donde los soldados estadounidenses han matado a 41 rebeldes, según un portavoz del Ejército. Para intentar mejorar la situación, el administrador estadounidense de Irak, Paul Bremer, ha nombrado a un nuevo gobernador para la ciudad, al tiempo que ha reclamado de nuevo a Al Sadr el desarme de sus partidarios.
Aunque el Ejército estadounidense se resiste a lanzar una operación a gran escala en Nayaf para capturar a Al Sadr, que se refugia allí y acabar con la rebelión, que se inició el mes pasado, las tropas americanas iniciaron una serie de escaramuzas para terminar con la revuelta paso a paso. Según un portavoz del Ejército de EU, sus tropas mataron ayer a 41 miembros del Ejército del Mahdi, la milicia de Al Sadr, en combates en las afueras de Nayaf, incluyendo la vecina localidad de Kufa. Además, según este portavoz, los soldados han recuperado el edificio de las oficinas del gobernador, cerca de la mezquita donde se supone que se encuentra refugiado Al Sadr. “El edificio del gobernador está muy cerca de los límites de la ciudad. Hemos reasegurado el edificio e intentamos que el gobernador lo reocupe para retomar el control de la ciudad”, ha dicho el portavoz.
También en Kerbala, otra de las ciudades santas de los shiies, las tropas de EU parecen decididas a acabar con la rebelión. Tanques y vehículos blindados han entrado en la ciudad y han tomado posiciones en los alrededores de los lugares santos. Varios testigos han asegurado que los soldados americanos han destruido las oficinas de Al Sadr en esta ciudad, sin encontrar resistencia.
Mientras, en Bagdad, Bremer ha nombrado a Adnan Al Zorfi como gobernador de Nayaf. En el acto de nombramiento de Al Zorfi, Bremer ha exigido de nuevo a Al Sadr que retire sus milicias. “Muqtada debe responder ante la justicia iraquí del delito del que se el acusa y sus partidarios armados deben desarmarse”, ha dicho Bremer. La justicia reclama a Al Sadr por su presunta participación en el asesinato de uno de sus rivales en 2003.
“El gobierno de Nayaf debe tener una administración iraquí fuerte. Zorfi es el hombre para ello”, ha dicho Bremer. Zorfi es shii, originario de Kufa (cerca de Nayaf, en el centro de Irak). No pertenece a ninguna organización política, pero es de obediencia islámica, según ha declarado Sami Askari, suplente en el Consejo de Gobierno iraquí. Diplomado en una escuela religiosa, Zorfi fue detenido en los años 1980 y encarcelado en la prisión de Abú Ghraib. Condenado a quince años de cárcel, consiguió sin embargo huir en 1991, en el momento de la primera guerra del Golfo. Participó en el levantamiento shiicontra el régimen de Sadam Husein y huyó a Arabia Saudí en el momento de la represión. A continuación se instaló en Estados Unidos, en Chicago, donde fue uno de los miembros activos de la oposición iraquí en el exilio. Regresó a Irak tras la caída de Sadam Husein.
Ofrecen oro por matar a Bremer
Una declaración atribuida a Osama bin Laden ofreció ayer recompensas en oro por el asesinato de altos funcionarios de Estados Unidos y de la ONU en Irak.
La transcripción de una grabación de audio con fecha de ayer apareció en una página cibernética conocida por sus mensajes militantes islámicos. La página daba enlaces para escuchar el mensaje, pero ninguno funcionaba.
“Ustedes saben que los Estados Unidos prometen grandes recompensas para los que matan a los muhajedín (guerreros islámicos)”, dice la transcripción. “Nosotros en la organización de Al Qaeda garantizamos, Dios mediante, 10,000 gramos de oro a cualquiera que mate al ocupante Bremer o al comandante en jefe de Estados Unidos o a su lugarteniente en Irak”.
La frase era una alusión a L. Paul Bremer, principal administrador de Estados Unidos en Irak y a altos oficiales militares.
No pudo confirmarse de inmediato la autenticidad de la declaración.