En Mosul tres civiles iraquíes perdieron la vida en el tiroteo desatado tras la explosión de un coche bomba.
05 de octubre 2004.
Bagdad, (EFE).- Diez personas han muerto hoy en diversos incidentes registrados en el norte, centro y sur de Irak, entre tropas estadounidenses e insurgentes iraquíes, mientras en Faluya negocian para evitar un asalto a sangre y fuego como el de Samarra.
El incidente más grave se produjo en Latifiya, a unos cien kilómetros al sur de Bagdad, cuando un grupo armado abrió fuego contra un vehículo por razones desconocidas y mató a cuatro de sus ocupantes y dejó heridos a otros dos.
Abas Yafar, oficial de policía de Hila, capital de la región del centro-sur -donde abundan los ataques de la insurgencia-, señaló que se ignora el móvil de un ataque que los agresores perpetraron armados de fusiles "kalasnikov", arma fácil de encontrar en el mercado del Irak de la posguerra.
En la ciudad de Mosul (450 kilómetros al norte de Bagdad), otros tres civiles iraquíes perdieron la vida en el tiroteo desatado tras la explosión de un coche bomba.
El coche bomba estalló en el barrio de Yarmuk justo al lado de un convoy de cuatro vehículos militares estadounidenses, pero no causó víctimas de inmediato.
Los soldados respondieron disparando hacia el lugar donde se había producido la explosión y mataron a tres iraquíes que circulaban en un coche por las cercanías, dijeron las fuentes.
En cuanto a Ciudad Sadr, el enorme suburbio donde se hacinan unos dos millones de chiíes de Bagdad, una vez más ha sido blanco de los bombardeos de la aviación estadounidense, durante la noche y la mañana de hoy.
Los bombardeos, según fuentes estadounidenses, comenzaron después de que una patrulla militar de esta nacionalidad fuese disparada desde este barrio del oeste de Bagdad, feudo de los seguidores del clérigo radical chií Múqtada al Sadr.
Según informó hoy a EFE el jeque Mohamed al Kaabi, uno de los portavoces de Al Sadr, ha habido tres víctimas mortales (una de ellas es un niño) y tres heridos, todos ellos civiles.
Kaabi acusó a las fuerzas estadounidenses de usar en su ofensiva "bombas prohibidas" -en los pasados días los chiíes aseguran que los estadounidenses utilizan bombas de racimo-, y añadió que varias viviendas y comercios han resultado seriamente dañados.
Precisó que ninguno de los milicianos del "Ejercito del Mahdi", liderado por Muqtada al Sadr, figuraba entre las víctimas.
