DURANGO, DGO.- El estado de ebriedad, aunado al exceso de velocidad con que un conductor tomó una curva, provocó ayer un fatal encontronazo donde lamentablemente perdieron la vida casi de manera instantánea dos mujeres. Al parecer el responsable del percance quien era acompañado por cuatro amigos venían de amanecida después de asistir a una fiesta.
María del Refugio Saldaña Benavides, de 63 años, y María Mayela Ramos Saldaña, de 41 años, madre e hija, respectivamente, con domicilio en calle Valparaíso No. 450 del fraccionamiento Guadalupe perdieron la vida en el accidente que tuvo lugar a la altura del kilómetro 25 + 150 de la carretera Durango-Gómez Palacio, a la altura del poblado Abraham González.
La Comandancia Regional de la Policía Federal Preventiva tomó conocimiento del accidente, señalando que tuvo lugar alrededor de las 10:015 horas, cuando las hoy occisas viajaban con dirección al poblado de Francisco I. Madero, al parecer al sepelio de un familiar, a bordo de un vehículo compacto, marca Chevrolet, tipo Monza, modelo 2001, con placas FYY 5760, de color azul.
El vehículo a cargo de María Mayela circulaba con velocidad moderada, sólo que al llegar al mencionado kilómetro donde se ubica una curva, fueron impactadas de frente por un automóvil marca Chrysler, tipo Stratus, modelo 1997, sin placas de circulación, conducido por Esteban Orlando González Basoco, de 24 años.
De acuerdo con el peritaje levantado por la Policía Federal Preventiva, el Stratus circulaba rebasando los límites de velocidad permitidos, sin mencionar el estado de embriaguez que presentaba su conductor, lo cual provocó que perdiera el control e invadiera el carril contrario de circulación.
Esteban viajaba acompañado de Ricardo Delgado Rodríguez, de 20 años; Juan Carlos Calderón Hernández, de 25; Jaime Alberto Vázquez Rojas, de 24, y Juan Francisco Félix, de 23, quienes al parecer son originarios de una ranchería de Pánuco de Coronado.
Esteban resultó con lesiones de consideración, mientras sus amigos sufrieron heridas leves, pero a pesar de ello ingresaron para recibir atención médica al Seguro Social y al Hospital General, quedando el primero custodiado por agentes policíacos mientras se repone de sus lesiones para afrontar su responsabilidad por los hechos. Los daños en el percance fueron estimados en cien mil pesos.