La Fiscalía General de Rusia calificó el suceso de atentado terrorista e inició una averiguación.
31 de agosto de 2004
Moscú, (EFE).- El número de víctimas mortales de la explosión de un coche bomba junto a la entrada de la estación de metro Rízhskaya ascendió a ocho personas, informó la agencia rusa Interfax citando a los servicios médicos capitalinos.
Las fuentes añadieron que de un total de 31 heridos, tres de ellos niños, 10 se encuentran en estado grave.
La Fiscalía General de Rusia calificó el suceso de atentado terrorista e instruyó una investigación.
Fuentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB) de Rusia dijeron poco antes a la misma agencia que la explosión fue obra de una terrorista suicida.
Según informaron a ITAR-TASS en la policía capitalina, la bomba tenía una potencia equivalente a 300 o 400 gramos de trilita y llevaba una carga de tornillos y otros elementos de metralla para causar el mayor número de víctimas.
En el lugar de la explosión fueron recogidos siete cadáveres, uno de ellos despedazado que, se supone, es el de la kamikaze.
Uno de los heridos murió de camino al hospital.
La explosión se produjo junto a un automóvil Lada estacionado frente a un supermercado y a escasos metros de la entrada a la estación de metro Rízhskaya en plena hora punta, cuando miles de moscovitas regresan a sus casas.
Otro vehículo ardía al lado, lo que inicialmente hizo suponer que las explosiones se produjeron en uno o ambos automóviles.
El estallido fue tal que a decenas de metros se rompieron los vidrios en las ventanas y en un radio de medio kilómetro se activaron las alarmas de los vehículos.
Este atentado en Moscú se produjo una semana después de los dos atentados con explosivos que destruyeron en vuelo a dos aviones de línea rusos, matando a 90 personas, tal vez por dos mujeres kamikazes chechenas, según una hipótesis estudiada actualmente.