AGENCIAS
WASHINGTON, EU.- La televisión árabe Al Yazzera ha emitido una cinta de video en la que un grupo de integristas islámicos ejecuta a un hombre y asegura que se trata de Keith Maupin, un soldado estadounidenses capturado en Irak el pasado mes de abril. En las imágenes se puede ver a una persona de espaldas y a un militante disparándole.
El Pentágono informó que había comunicado a la familia de Maupin, en Ohio, la existencia del video, en el cual se ve la supuesta ejecución de un soldado estadounidense capturado en abril.
A mediados de abril, la misma cadena árabe de televisión había difundido un video, de mala calidad, en el que aparecía Maupin con su uniforme, sentado en el suelo y vigilado por militantes árabes enmascarados y armados.
Uno de los secuestradores leyó en ese video un mensaje en el que proponía el intercambio del soldado estadounidense por “iraquíes detenidos por el enemigo”.
Mientras que el grupo que secuestró a tres trabajadores turcos en Irak, vinculado a Al Qaeda, y que ha amenazado con decapitarlos envió ayer un mensaje a los medios periodísticos de este país en el que asegura que podría liberar a los rehenes en tres o cuatro días debido a las manifestaciones contra la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Los secuestradores, que mostraron imágenes de los rehenes en cautiverio el pasado sábado, dieron entonces un plazo de 72 horas a las compañías turcas que trabajan en Irak para que abandonasen el país y amenazaron con decapitar a los tres trabajadores en caso contrario.
Sin embargo, el ministro de Defensa turco, Vecdi Gonul, ha rechazado las exigencias de los secuestradores, afirmando que Turquía jamás ha cedido ante las amenazas terroristas.
Además el marine estadounidense de origen paquistaní, Wasef Alí Hasun y el empleado también paquistaní de la base militar norteamericana de Balad, Amjid Yasef, permanecen secuestrados en Irak por dos grupos armados que amenazan con decapitarlos, según dos videos en poder de las televisiones árabes Al Yazzera y Al Arabiya.
Imágenes de un féretro
La madre de un soldado muerto en Irak convocó ayer a la prensa para mostrar el féretro de su hijo en protesta por la política estadounidense que limita la cobertura informativa de los caídos en combate.
El cuerpo del sargento Patrick McCaffrey, de 34 años, llegó a medianoche del domingo al aeropuerto internacional de Sacramento (California), donde fue recibido por familiares, así como una docena de medios de comunicación que respondieron a la convocatoria.
La convocatoria de McCaffrey no viola ninguna Ley dado que el transporte del féretro a Sacramento se hizo en un avión comercial, fuera de la jurisdicción militar.
Según subrayó Nadia McCaffrey, madre del fallecido, su deseo desoye la petición del Gobierno estadounidense, contrario a mostrar los féretros en esta guerra. “Me dan igual los deseos del presidente Bush”, indicó a la prensa en referencia a la polémica desatada el pasado abril.
El Pentágono decidió reducir la cobertura mediática de los caídos en combate después de que el periódico ‘The Seattle Times’ publicara el pasado abril la fotografía de un avión de transporte cargado con los féretros de los caídos.
La imagen, reproducida en otros periódicos, fue secundada por otras muchas fotografías de los féretros envueltos en la bandera estadounidense. Una polémica a la que el Pentágono quiso poner fin prohibiendo la toma de imágenes en instalaciones militares de los caídos en combate.
Ruega por su hijo
El padre del infante de marina paquistaní-estadounidense a quienes sus captores en Irak amenazan con decapitar, pidió ayer a los secuestradores a que dejen en libertad a su hijo, alegando que él no combatía contra iraquíes que se enfrentan a las fuerzas de ocupación.
“Insto a los secuestradores y a su conciencia y a su fe para que dejen en libertad a mi hijo. El no es un combatiente. Espero que respondan favorablemente a mi pedido. Que Dios se los pague”, dijo Alí Hasun en su casa, en el norte de la ciudad de Trípoli.
Wasef Alí Hasun, que desapareció de su unidad en Irak desde hace casi una semana, fue mostrado con los ojos vendados en cautiverio en una grabación de vídeo transmitida el domingo.
Entristecido y preocupado, el padre de Hasun no dejaba de fumar, sentado en su apartamento a la espera de noticias de su hijo. Pasó la mayor parte del tiempo leyendo el Corán, el libro sagrado musulmán.
Otro de sus hijos, Sami, habló con familiares, quienes dijeron que se trataba de hacer contacto con políticos y clérigos musulmanes y con grupos islámicos en Irak a fin de que intercedan para la libertad del infante de marina.
“Estamos tratando de comunicar a través de todos los canales de que él árabe y musulmán”, destacó Abdullah Hasun, miembro de la extensa familia.