Aires, (Notimex).- Una mujer argentina de 38 años, Miryam Brizuela, iniciará junto con su hermana gemela una vuelta al mundo en un velero que ella misma construyó durante siete años, informó el diario Clarín.
En entrevista con el matutino, Brizuela aseguró que construyó con sus propias manos el Ithaca, nombre del velero que la transportará por los océanos del mundo durante las próximas semanas.
Explicó que desde hace 16 años comenzó a planear este viaje, y que en 1997 bajó de Internet el plano de su barco, alquiló un terreno en la zona costera de Buenos Aires, compró los primeros materiales y empezó a martillar y soldar sin descanso.
Dijo que todavía no tiene una fecha de partida porque acaba de regresar de Londres, Inglaterra, a donde emigró para solventar los gastos finales de su proyecto.
"Cuando me fui, mi hermana gemela Patricia se encargó de ultimar los detalles que le faltaban al Ithaca siguiendo las indicaciones que yo le mandaba por Internet", explicó.
El barco ya está listo y próximo a zarpar para la primera de las cinco etapas del gran viaje, que tocará los puertos de Buenos Aires, Colonia, Río de Janeiro, Recife, Azores y Londres, entre otros.
La capitana será Miryam, mientras que Patricia fungirá como patrón de yate en un velero que mide 34 pies, con 10 metros de eslora, tres de manga y 5.6 toneladas de peso.
La altura interior del Ithaca varía entre 1.70 y 2.20 metros y el calado es de 1.80 metros, está construido en acero 1010 y el área velica desde el aparejo al tope es de 61.70 metros cuadrados y el palo mide 14.10 metros desde la línea de flotación.
La nave está equipada con dos tanques de agua que le permiten cargar 150 litros y un tanque de gasoil para 70 litros y es muy confortable, ya que tiene armarios en estribor y babor, una cómoda cocina, baño y dos camarotes dobles.
Además, cuenta con todos los equipos para comunicaciones de última generación.
Brizuela explicó que "antes de empezar la construcción, mi idea estaba considerada por lo menos delirante en un ambiente cerrado y exclusivamente masculino. Pero una vez que el barco fue puesto en el agua empezaron a tenerme en cuenta".
Añadió que "busco probar que gente común puede realizar logros extraordinarios, compartir mis experiencias sobre la construcción del velero, la preparación para la navegación, y mi viaje alrededor del mundo, sin perder detalles".