Agobiada por el recuerdo de la muerte de su hermano, quien hace un año se quitó la vida al colgarse del cancel de la cochera de su vivienda, Sandra González Hernández, de 21 años de edad, decidió seguir sus pasos, consiguiendo su cometido sin que sus familiares pudieran hacer algo por evitarlo.
HECHOS
La Procuraduría de Justicia informó que el extraño deceso sucedió la noche del 4 de septiembre cuando la joven platicaba con su madre, María Hernández, de 44 años, y su hermana, Ana María, de 23 años, en la sala de la vivienda ubicada en calle Pino de los Altares número 120 del fraccionamiento Los Fresnos.
El tema de la muerte del consanguíneo salió a relucir en medio de la plática y todo aparenta que Sandra nunca pudo superar la pérdida, denotando rápidamente su malestar por el comentario.
Acto seguido la joven interrumpió a sus familiares para señalar que iba al baño, situación que fue tomada como normal por las presentes, quienes nunca notaron el pesar de la joven, que a pesar del tiempo transcurrido aún conservaba el recuerdo de su hermano.
Los minutos pasaron y la charla entre ambas mujeres se prolongó hasta las primeras horas de la madrugada de ayer, notando que Sandra no había regresado del baño. Presumiendo que por el cansancio estaba en su cuarto, la fueron a buscar para darse cuenta de que la cama estaba intacta y al pasarse al baño tampoco la encontraron.
ESCENA
Sin saber lo que verían al salir a la cochera, madre e hija salieron sólo para observar la dramática escena del cuerpo de Sandra suspendido del mismo cancel que su extinto hermano, el cual utilizó también una cuerda de plástico para cumplir con su cometido.
Las aterrorizadas mujeres descolgaron a Sandra, quien carecía ya de signos vitales, pero a pesar de ello notificaron a la Cruz Roja; sin embargo, ya era demasiado tarde, correspondiéndole entonces al Servicio Médico Forense y al Ministerio Público de turno conocer del lamentable acontecimiento. De esta manera se presenta el primer suicidio del mes en curso y el número 56 del año.