Tel Aviv, (EFE).- Un tribunal de Jerusalén para asuntos familiares multó con alrededor de 100 mil dólares a un marido israelí que se niega a dar el divorcio a su mujer desde 1992.
Ese año, después de que el marido se negará a darle el divorcio por primera vez, la mujer presentó una denuncia ante un Tribunal Rabínico, que sólo en 2002 falló que éste debía satisfacer la demanda de su esposa.
No obstante, ni ese tribunal, ni una instancia religiosa superior, estipularon castigo alguno en caso de que el marido no cumpliera la sentencia, informa la edición electrónica del diario Haáretz.
Según la ley ortodoxa judía, es el marido el que concede el divorcio a la mujer y, si se niega, ésta puede quedar atada a él por tiempo indefinido y sin poder tener relaciones con otro hombre, porque sería acusada de adulterio.
Por recomendación de una asociación que vela por los intereses de estas mujeres, la esposa en cuestión recurrió a los tribunales civiles, que sentaron el precedente judicial de castigar a un marido con el pago de 200.000 shékels (46.000 dólares) de multa y otros 225.000 (52.000 dólares) de indemnización por daños.