EFE
ASUNCIÓN, PARAGUAY.- El edil de Asunción, Enrique Riera, estuvo a punto de ser linchado ayer cuando centenares de personas trataron de golpearlo tras una misa en recuerdo de las víctimas del incendio que hace dos semanas arrasó un supermercado de la ciudad.
La presencia de Riera y del fiscal general del Estado, Oscar Latorre, irritó a los miembros de la Asociación de Familiares de Mártires del Ycuá Bolaños, cuyos miembros se encontraban reunidos en las cercanía de la Iglesia Santísima Trinidad.
“Acá hay gente que está dispuesta a matar”, afirmó el médico Roberto Almirón, uno de los líderes de la Asociación, que atribuye cuota de responsabilidad a la Alcaldía por el incendio que se cobró la vida de 400 personas y causó heridas a otra cantidad similar.
Riera tuvo que salir por la parte trasera de la Iglesia, pero fue acorralado por centenares de personas que, a los gritos de “asesino, asesino”, trataron de agredirle.
Con la ayuda de sus guardaespaldas, logró rebasar el cerco y abandonó el lugar de forma apresurada. No había agentes policiales en el momento en que se produjo el incidente.
Los custodios se refugiaron en la oficina comunal “Oñondivepá” (todos juntos), situada a unos 200 metros del templo, hasta que los manifestantes fueron calmados por algunos de sus miembros.
Emisoras de radio y algunos testigos dijeron que el arzobispo de Asunción, monseñor Pastor Cuquejo, también fue vociferado y que su vehículo fue apedreado a su retirada del templo.
“No podemos ser la misma clase de gente que ellos, vamos a pedir el juicio político (al edil)”, gritó Almirón a los manifestantes, al pedirles que se retiraran pacíficamente del lugar para regresar al sitio donde estaban congregados inicialmente.
Almirón, que perdió a un hijo de 19 años en la peor tragedia de la historia civil de este país, dijo que trató de controlar el estado de indignación de las víctimas, al saber de que Riera y Latorre fueron invitados a un acto de caridad a niños que quedaron huérfanos por el siniestro.
“Acá nos han convertido a gente pacífica en shiitas y pedimos a las autoridades que colaboren”, subrayó Almirón, y explicó que estaban prestando asistencia legal a las víctimas cuando se enteraron de la presencia de Riera.
Según el médico, los damnificados “no iban a permitir que Riera hiciera su show” en la iglesia Santísima Trinidad, situada a pocos metros del local de la cadena Ycuá Bolaños, que ardió por completo debido a una obstrucción de grasa y carbonilla en la chimenea de su área de comidas, según los primeros informes oficiales.
“Riera corrió, salió por un costado (de la Iglesia) y sus guardias se quedaron a golpear a la gente. Acá hay gente que está dispuesta a matar, pónganse en lugar de la gente”, reiteró Almirón, al explicar que además del juicio político también plantearán la destitución del fiscal general.