Belén (Brasil), (EFE).- Al menos 13 personas han muerto en 15 días por mordeduras de vampiros en una remota localidad del estado brasileño de Pará, donde las autoridades llevaban a cabo un plan de exterminio de estos animales e investigaban si la inédita epidemia está relacionada con daños al medio ambiente.
Técnicos del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), del Instituto Evandro Chagas, la principal autoridad en enfermedades tropicales en Brasil, y de la secretaría de salud de Pará, también practicaban inmunizaciones masivas entre los habitantes de la selva.
"Es la primera vez que se manifiesta un brote de este tipo", comentó a EFE desde el área afectada Carlos Moura, responsable del Ibama en la isla de Marajó.
La décimo tercera víctima fue anunciada anoche en el hospital Barros Barreto de la ciudad de Belén, capital del estado de Pará, en el norte de Brasil.
Los registros de casos comenzaron el 21 de marzo en alejadas poblaciones ribereñas del archipiélago de Marajó, una densa red de ríos y pantanos en el delta del río Amazonas.
El Ibama trata de determinar si el brote de ataques de los vampiros "desmodus rotundus" está relacionado con la constante deforestación de la selva para la extracción de madera.
Según científicos, los ataques podrían estar asociados a un desequilibrio ambiental que ha perturbado las colonias de vampiros en la profundidad del bosque y ha reducido la población de animales silvestres que les sirven de alimento.
Los "desmodus rotundus" son hematófagos, es decir, sólo se alimentan de sangre de mamíferos. En zonas hoy ocupadas por la agricultura y la ganadería suelen atacar a animales domésticos y a veces a seres humanos.
"Las mordidas son frecuentes en toda la Amazonía donde no hay electrificación y las poblaciones son muy pobres", señaló Moura.
Las grandes distancias, sorteadas en barco, y la falta de comunicaciones dificultan la resolución del problema, reconoció.
El principal brote ha sido identificado en el municipio de Portel, a 14 horas en barco de Belén.
Allí, un centenar de personas estaban refugiadas en la casa parroquial por temor a regresar a la selva y correr el riesgo de ser mordidas por los animales, explicó Moura.
La Secretaria de Salud Pública de Pará, que ha registrado unas 300 mordeduras y ha identificado 19 casos de rabia, ha enviado unas 3.800 dosis de vacunas a Portel y poblaciones vecinas, destinadas a humanos, perros y gatos.
En una nota oficial, la Secretaría aseguró que la situación "esta en vías de control" y que desde hace seis días no se reportan nuevos casos.
En días pasados fueron capturados 99 vampiros. A los animales les es untada una "pasta vampiricida" -un veneno- que los convierte en arma letal cuando regresan a las colonias y contaminan a sus congéneres.
Según especialistas, la transmisión de la rabia del murciélago a humanos es rara. De los 17 casos de la enfermedad registrados por el Ministerio de Salud en todo Brasil en 2003, 14 fueron transmitidos por perros y sólo tres por quirópteros.
Los vampiros suelen vivir en cuevas, árboles y cavernas en colonias de hasta 2.000 ejemplares. Cada animal necesita por día el equivalente a dos cucharadas soperas de sangre, la cual lame tras practicar un pequeño corte en las venas de sus víctimas.
El virus de la rabia, erradicado en los países desarrollados, ataca el sistema nervioso central y es mortal tanto para humanos como para animales.