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Muros/Jaque Mate

Sergio Sarmiento

“Todo beneficio y gozo humano, toda virtud y todo acto prudente se basa en el compromiso y el trueque”. Edmund Burke

Es realmente inusitado que un centro comercial reserve un espacio privilegiado para un museo de arte. Pero esto es exactamente lo que ha hecho el complejo Comercial Mexicana-Costco de Cuernavaca en el predio donde antes se hallaba el Casino de la Selva con su Centro Comercial Muros.

Para entender esta anomalía hay que conocer la historia del lugar. Durante años un grupo llamado Frente Cívico para la Defensa del Casino de la Selva peleó en contra de la construcción del complejo comercial. El empeño fue infructuoso, en buena medida porque los inversionistas tenían en orden todos los papeles y permisos para el proyecto. Pero al final el esfuerzo dejó algo positivo para todos.

El complejo comercial ha tenido el éxito que se esperaba. A pesar de los llamados a un boicot de los grupos opuestos a la construcción, cada día acuden a él más personas de las que se juntaron en todas las manifestaciones en contra del proyecto. Si la capacidad de convocatoria es la medida del éxito de un movimiento social, la causa del centro comercial del Casino de la Selva ha recibido el respaldo contundente de los cuernavaquenses.

Pero el éxito no es sólo comercial. El complejo ha creado alrededor de 700 empleos permanentes para los cuernavaquenses. Y de éstos, unos treinta laboran ya en el museo.

El Centro Cultural Muros es una atractiva estructura arquitectónica de dos cuerpos en forma de escuadra diseñada y construida por los arquitectos Alejandro Bernardi Gallo y Francisco Guzmán Giraud. En un lado se extiende un espacio de gran tamaño donde se encuentran los murales de Josep Renau y José Reyes Meza que originalmente adornaron el Casino de la Selva y que están siendo restaurados por especialistas del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBA. En el otro gran espacio, en dos pisos, se ha albergado la colección de arte mexicano de Jacques y Natasha Gelman, la cual incluye obras de Diego Rivera, Frida Kahlo, David Alfaro Siqueiros, Leonora Carrington, Juan Soriano y Francisco Toledo, entre otros. Además de los trabajos de los consagrados, se encuentran también ahí obras de artistas recientes y por lo tanto menos conocidos, como Cisco Jiménez y Magali Lara.

Uno de los elementos del antiguo Casino de la Selva era una “parábola” de Félix Candela, el arquitecto español que hizo la parte más importante de su obra en México. La estructura original no fue conservada, pero una cafetería California en el complejo se ha realizado con esta técnica, en la que un diseño de línea continua produce una atractiva estructura de espacios abiertos y curvos.

Para los radicales del Frente Cívico nada de lo hecho es, por supuesto, suficiente. Su objetivo fue siempre el de impedir la construcción del complejo. Los murales —abandonados por décadas sin que nadie se hubiera preocupado por ellos— eran una simple excusa. El centro comercial era un símbolo de inversión productiva que ellos simplemente repudiaban. Por ello se sienten derrotados e irritados.

Pero lo curioso del caso es que, con su intransigencia, los miembros de este grupo han empujado a los inversionistas a generar un conjunto que puede convertirse en un atractivo especial para una ciudad turística como Cuernavaca. Me queda claro que los dueños de Costco y Comercial Mexicana nunca habrían invertido el dinero para edificar un museo, preservar los murales de Renau y Reyes Meza y traer la colección Gelman de no haber sido por la presión del Frente Cívico. A final de cuentas este grupo empeñado en destruir un proyecto económico a como diera lugar ha producido, sin quererlo, un bien para todos.

Para los 700 cuernavaquenses que han conseguido empleos permanentes en el complejo, claro está, el tema no tiene siquiera punto de controversia: el centro comercial es simplemente una oportunidad para una vida mejor. Para los inversionistas, que en un momento dudaron quizá que el proyecto pudiera fructificar, el Centro Cultural Muros se convierte en un legado que, quizá con el tiempo, los haga sentir más orgullosos que todo el resto de sus tiendas. Y para los ciudadanos comunes y corrientes, tanto residentes en Cuernavaca como visitantes a esta ciudad, el complejo se convierte en una experiencia inusitada que permite realizar las compras de la semana pero también contemplar un legado artístico de excelente calidad.

Ejecución

La ejecución del comandante antisecuestros del estado de México, José Fernando Jiménez Lecona, parece una muestra de la fuerza que han tomado las bandas de secuestradores en nuestro país. Pero la batalla contra el secuestro es una que el país no se puede dar el lujo de perder.

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sergiosarmiento@todito.com

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