25 de mayo de 2004
Panamá, (Notimex).- El director de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) para México y Centroamérica, Larry Holyfield, calificó a los cárteles mexicanos como los más fuertes y peligrosos en la ilícita actividad que mueve 65 mil millones de dólares al año.
"México tiene los grupos más fuertes en todo el mundo, son los más organizados y los más peligrosos", dijo Holyfield en una cita del Grupo "D" de la Conferencia Internacional para el Control de Drogas (Idec) que reúne a jefes antinarcóticos de la región.
Los cárteles mexicanos superan incluso a las bandas colombianas, consideró el funcionario estadounidense.
"Para mí, México tiene los grupos más fuertes con sus redes de traficantes y la vida no les importa, le dicen a la policía que acepten el dinero o el plomo", comentó a periodistas al referirse al supuesto poder de las redes criminales en ese país.
No obstante, destacó que bajo el gobierno del presidente mexicano Vicente Fox se ha "visto un cambio muy fuerte" de combate a las organizaciones criminales como lo muestra la reciente captura de capos como el guatemalteco Otto Herrera, el pasado mes de abril.
"La policía de México investiga todo", comentó el representante de la DEA al advertir que las autoridades antidrogas han reportado un incremento de la producción de anfetaminas en laboratorios ilegales dentro del mercado mexicano.
Jefes narcóticos de México y Centroamérica se reúnen en esta capital a puertas cerradas dentro del Grupo "D" de la Idec para analizar información de inteligencia sobre el movimiento del narcotráfico en la región.
Según Holyfield, esta región ha registrado un aumento del trasiego de heroína producida en Colombia que entra al istmo para llegar a otros mercados en Estados Unidos y Europa.
"No se ha logrado el éxito en acabar este negocio", admitió la fuente al reconocer la magnitud de las organizaciones de narcotraficantes y su capacidad para evitar los controles de las autoridades en cada país del área.
También estimó que los narcotraficantes ganan alrededor de 65 mil millones de dólares anuales sólo por la distribución de estupefacientes en Estados Unidos.
