Phelps tiene ahora dos preseas de oro y dos de bronce.
17 de agosto de 2004
Atenas, (EFE).- Michael Phelps y los Estados Unidos vivieron hoy su gran noche en la piscina olímpica de Atenas: Phelps sumó dos medallas de oro en una hora y superó con el equipo de su país al relevo australiano de 4x200, campeón en los Juegos de Sydney, en la carrera más emocionante que ha vivido la natación en la capital griega.
El nadador de Baltimore tiene ya tres medallas de oro: 200 mariposa, 4x200 libre, ambas hoy, y 400 estilos, el sábado pasado; una de plata en los 4x100 libre; y otra de bronce en los 200 libre.
A pesar de que no podrá batir la marca de su compatriota Mark Spitz de siete medallas olímpicas en los mismos juegos, Phelps será, sin duda, el nadador que pase a la historia de Atenas'2004 como el más completo y brillante.
No sólo ha ido a enfrentarse a sus rivales en el campo de estos, los 200 metros libre de ayer, sino que ha sido capaz de reponerse de las derrotas y en una misma noche, en una hora, hacerse con dos oros.
Para ello, tras la prueba de 200 mariposa, los estadounidenses tuvieron que batir a los australianos que presentaron un equipo superior en teoría al americano, a pesar de que esos por la mañana habían hecho mejor tiempo, pero con los reservas.
Phelps fue el primer relevista de su cuarteto y dio a Ryan Lochte, segundo, el relevo en la cabeza de la carrera por delante del doble campeón del mundo de la natación de fondo, Grant Hackett, que perdió un segundo ante los americanos.
Lochte aguantó el ataque de Michale Klim por parte de los oceánicos y superó a éste que es más rápido que Hackett, incluso amplió levemente la ventaja que le dio Phelps.
La tercera posta de los australianos, realizada por Nicholas Spengler, fue la más lenta de su equipo y le dejó a Ian Thorpe la difícil tarea de remontar un segundo y medio en los últimos 200 metros, después de que Spengler fuera batido por el americano Peter Vanderkaay.
Thorpe salió como un auténtico tiburón, dispuesto a comerse y remontar a los americanos, cuyos seguidores enmudecieron cuando vieron que en los primeros 100 metros el campeón australiano les quitaba un segundo e iba como una furia, embutido en su traje negro de una pieza a por el estadounidense.
Pero el último relevista americano, Klete Keller, aguantó como pudo la presión de Thorpe en los siguientes 100 metros e hizo un tiempo de 1:45.53, suficiente para superar al australiano que hizo 1:44.18.
Los Estados Unidos ganaron la plata con 7:07.33 a 13 centésimas de los australianos. Italia, que con Massimiliano Rosolino llegó a ser segunda tras los 400 primeros metros, subió al podio con la medalla de bronce.
El conjunto italiano estuvo formado por Emiliano Brembilla, Rosolino, Simone Cercato y Filipo Magnini, e hizo un registro de 7:11.83.
A los australianos, al menos, les quedó el consuelo de que sus récords mundiales y olímpicos no cayeron en manos de sus rivales y mantienen ambas marcas, la primera desde 2002 en Fukuoka, con 7:04.66, y la segunda, con 7:07.05, desde Sydney, en 2000.
Previamente, Phelps había batido al japonés Takashi Yamamoto, medalla de plata, y al británico Stephen Parry, bronce, en la final de los 200 mariposa.
En una de sus pruebas favoritas, en la que tiene el récord del mundo, con 1:53.93, se tuvo que emplear a fondo y a punto estuvo de pagar los esfuerzos que realiza todos los días para batir al nipón que peleó metro a metro en el último largo para quedarse a 52 centésimas del oro olímpico.