15 de enero de 2004.
Buenos Aires, (EFE).- El presidente argentino, Néstor Kirchner, aseguró que no tiene previsto viajar a Cuba en febrero próximo, como se había especulado en los últimos días.
"No tengo previsto ningún viaje inmediato", señaló el mandatario argentino en declaraciones al canal de televisión por cable Todo Noticias.
No obstante, indicó que, "cuando lo tenga que hacer", viajará al país al que deba ir, en una tácita alusión a que no tiene impedimentos políticos para visitar a la nación que preside Fidel Castro.
Entre los argumentos que esgrimió para desestimar ese viaje, Kirchner señaló que para esa fecha tiene "reuniones importantes" relacionadas con la comunidad judía en Argentina.
Varios integrantes del Gobierno habían puesto en duda el viaje a Cuba de Néstor Kirchner, que había sido anunciado para febrero por fuentes diplomáticas durante la visita que el canciller argentino, Rafael Bielsa, hizo a La Habana en octubre último.
La semana pasada se desató un conflicto entre Buenos Aires y Washington a raíz de que el subsecretario estadounidense de Asuntos Interamericanos, Roger Noriega, criticase a Bielsa por no haberse reunido con disidentes cubanos durante su visita a la isla.
Roger Noriega, un descendiente de disidentes cubanos que residen en Estados Unidos, se declaró "decepcionado" por la política de Kirchner respecto a Cuba, al disertar la semana pasada ante el Consejo de las Américas en Nueva York.
El funcionario estadounidense comentó que al parecer el Gobierno de Kirchner dio "un giro a la izquierda" que "desconcierta" a la Casa Blanca, entre otras declaraciones que fueron calificadas de "imprudentes" por las autoridades argentinas.
Las afirmaciones de Noriega fueron respaldadas por el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, y portavoces del Gobierno argentino aseguraron que el asunto no fue discutido en la reunión de 45 minutos que Kirchner celebró el martes en Monterrey (México) con su colega de Estados Unidos, George W. Bush.
