EFE
Los Ángeles, EU.- El más reciente estreno de Nicole Kidman, Birth, ha bañado a la actriz australiana en el escándalo debido al apasionado beso que da a su compañero de reparto, un niño de diez años.
La película, que llegó el viernes a las pantallas estadounidenses, cuenta la historia de una viuda que piensa que su marido se ha reencarnado en el cuerpo de un niño, papel que interpreta Cameron Bright.
Durante esta trama, Kidman, de 37 años, se baña con el niño, al que da un beso cargado de pasión. ?No es una escena íntima con un menor. Mi personaje cree que el niño es un hombre, que su marido ha vuelto a la vida?, se ha defendido la protagonista.
El estudio encargado de esta cinta, New Line, también ha querido eliminar cualquier sombra de duda sobre este escándalo al subrayar que hay que ver la escena en su contexto.
?No existe contacto físico entre Nicole y Cameron. No estaban desnudos en la bañera?, aclara el estudio.
Sin embargo, el escándalo ha sido descrito como una ?pesadilla publicitaria? para una película, que el estudio promociona como una posible aspirante a los Oscar.
Este no es el primer escándalo que sufre esta cinta, cuya presentación en la más reciente edición del Festival de Venecia (Italia) se vio eclipsada por un intercambio de declaraciones con otra de sus protagonistas, Lauren Bacall.
La veterana Bacall puso en duda las declaraciones de algunos periodistas cuando describieron a Kidman, ganadora de un Oscar por The Hours, como ?una leyenda?.
?No es una leyenda, es una principiante. ¿A cuento de qué viene eso de leyenda??, atajó Bacall, considerada por la crítica como una de las leyendas vivas de Hollywood.
Estas numerosas controversias no pueden ocultar las críticas recibidas por la cinta, por lo general desastrosas.
Parafraseando el título de la cinta, cuya traducción sería Nacimiento, la crítica se toma con humor esta película ?muerta antes de nacer?.
?Más controvertida que profunda?, resume el diario The Washington Post.