10 de enero de 2004.
México, (EFE).- El procurador de Justicia de la capital mexicana, Bernardo Bátiz, afirmó hoy que no hay asesino en serie de ancianas y anunció la liberación de una enfermera que se investigó por si había participado en los crímenes.
"No hay ningún asesino serial, hay algunos casos de meses anteriores que pudieran tener parecido con el último. Lo que puedo decir es que no hay asesino serial", afirmó Bátiz en rueda de prensa.
El Procurador lamentó la detención de Matilde Sánchez y el calvario que vivió el viernes esta enfermera, de 45 años, a quien se apresó en una sucursal bancaria.
En los últimos meses hubo varios asesinatos de ancianas que vivían solas en la capital mexicana y algunos vecinos afirmaron que habían visto a una mujer robusta, que incluso podría ser un hombre disfrazado de mujer, que en ocasiones vestía como enfermera.
Un periódico publicó el viernes un retrato hablado del posible asesino o asesina, elaborado en base a testimonios de esos vecinos.
Sánchez fue el viernes a un banco a cambiar un cheque y quienes hacían cola notaron su parecido con ese retrato hablado, avisaron a la policía y se le detuvo.
Sus compañeras y médicos bloquearon durante horas una importante avenida en protesta por su detención y sólo permitieron el paso de automóviles cuando acordaron una cita con la Procuraduría para que les explicara la situación de Sánchez.
Bátiz lamentó hoy esa detención e, incluso, afirmó que perdieron mucho tiempo con esa distracción que no condujo a nada, porque los testigos citados coincidieron en que no es la mujer que habían visto en las cercanías de los domicilios de las asesinadas. "Fue un error" y quedó en libertad, señaló Bátiz.
Desde el miércoles, cuando la Procuraduría de Justicia inició la investigación sobre si los casos estaban vinculados, Bátiz pidió a los "adultos mayores" que estén alerta para que no se produzcan nuevos asesinatos.
Agregó que en los últimos días se han registrado cuatro muertes, principalmente de mujeres, aunque admitió que existen otras siete con características similares.
Sin embargo, el Procurador se había negado siempre a hablar de un posible asesino en serie.
Varias de las víctimas fueron llamadas por teléfono para informarles que pasaría por su domicilio un agente social a entregarles servicios de salud o una "tarjeta de la tercera edad", que el gobierno capitalino ha instituido como ayuda para ancianos.
Uno o dos días después se presenta una persona que, una vez dentro del domicilio, estrangula a la anciana y roba sus pertenencias.