SUN-AEE
LA HABANA, CUBA.- Cuba rechazó ayer acusaciones de Estados Unidos sobre la situación de los derechos humanos en la isla, en la primera confrontación diplomática de ambos países tras la reelección del presidente de ese país, George W. Bush.
La Cancillería cubana acusó ayer al Departamento de Estado estadounidense de “mentir descaradamente” en una nota emitida el jueves en la que condenó el trato que da el Gobierno del presidente Fidel Castro a los disidentes.
“Como es habitual, mienten, calumnian y acusan a Cuba de supuestas violaciones de los derechos humanos”, dijo una nota informativa del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) al referirse al texto de Washington.
Un día después de que Bush proclamó su triunfo en los comicios del martes, el Departamento de Estado señaló que Estados Unidos condena los abusos contra quienes promuevan el cambio y la reforma de manera pacífica en Cuba.
El Departamento de Estado pidió la liberación de todos los presos políticos en la isla, calculados en más de 300 por organismos locales defensores de los derechos humanos e incluidos los 75 opositores encarcelados desde abril de 2003.
“Sólo una Cuba donde se respeten las libertades fundamentales y florezcan las libertades fundamentales, puede posicionarse para una transición pacífica a la democracia”, precisó el texto estadounidense. Pero, según la nota del Minrex, “los tribunales cubanos sancionaron, en virtud de nuestras leyes, no a activistas sino a mercenarios” que recibían de Washington “órdenes y dinero abundante para realizar acciones ilegales dentro de Cuba”.
“En cualquier país, incluido Estados Unidos, conspirar con una potencia extranjera constituye también un delito”, agregó.
La cancillería cubana dijo que Washington debía actuar con mayor racionalidad y menor prepotencia al juzgar la situación de los derechos humanos en cualquier país del mundo.