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MÉXICO, DF.- A 18 días de que rinda su Cuarto Informe de Gobierno, el presidente Vicente Fox reiteró que no propondrá ninguna reforma al sector energético que signifique privatizar a Petróleos Mexicanos (Pemex) o a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya que son patrimonio de todos los mexicanos.
Sin embargo, reiteró que el país necesita reformar su sector energético para captar nuevas inversiones de capital privado, y garantizar la suficiente generación de energía.
En tanto, el secretario de Energía, Fernando Elizondo Barragán, alertó sobre el riesgo que representan para la economía los altos precios de petróleo, producidos por la fuerte demanda y la oferta limitada de hidrocarburos, además de la amenaza terrorista hacia naciones productoras.
Dijo que México ayudará activamente, como productor independiente, a la estabilización de los mercados, a fin de que se puedan aprovechar esos recursos pero sin llevar a la economía a un trance que derive en crisis económica.
En su programa radiofónico “Fox Contigo”, el mandatario afirmó que “México necesita de una reforma en materia de energía, un cambio que permita a este sector continuar creciendo y avanzando para cubrir las demandas de todo el país”.
Y aclaró: “Mi gobierno no va a privatizar ni a Pemex ni a la Comisión Federal de Electricidad. Nosotros creemos en la fórmula mixta de inversiones públicas aunadas a inversiones privadas, pero de ninguna manera haremos una propuesta que cambie este patrimonio de todas y todos los mexicanos”.
Elizondo Barragán alertó sobre los altos precios de petróleo en el mercado mundial. “En materia de hidrocarburos, nuestra situación es delicada, es compleja, como lo es la situación de todo el mundo, porque el aumento en el crecimiento de las economías, particularmente de Estados Unidos y de China, pero en general de la economía mundial, ha traído un incremento en la demanda de petrolíferos y de gas muy fuerte”.
Dijo que no ha habido suficiente oferta para atender la demanda, y esa situación se ha “combinado” con la amenaza terrorista contra suministradores de petróleo en Medio Oriente, lo que ha llevado a los grandes consumidores a acumular inventarios de hidrocarburos, llevando los precios a cifras récord como ocurrió a finales de la semana, cuando alcanzó los 46 dólares por barril.
“Esto constituye una amenaza para el crecimiento económico mismo”, dijo Elizondo.
