Lo que origina problemas en México se debe al manejo de la política interna y no a la apertura, declara.
EFE
Bogotá, COLOMBIA.- El ex presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari afirmó ayer que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que se firmó durante su Gobierno, “no es el culpable de todos los males” de México, que atribuyó a políticas internas.
Salinas de Gortari, que presidió México entre 1988 y 1994, fue invitado al foro sobre las consecuencias políticas y económicas de los tratados comerciales organizado por la fundación Buen Gobierno, la revista “Cambio” y el Consejo Gremial Nacional de Colombia.
En el certamen intervinieron también el presidente de Colombia, Álvaro Uribe; el ministro peruano de Economía y Finanzas, Pedro Pablo Kuczynski, y el ministro de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, Jorge Humberto Botero.
Salinas de Gortari firmó en 1993 con EU y Canadá el TLCAN, que entró en vigor al año siguiente, y suscribió con Colombia y Venezuela el tratado del Grupo de los Tres en 1994. Entretanto, Colombia, Ecuador y Perú abrieron el pasado 18 de mayo la negociación de un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
El ex Presidente comentó que “ahora se acusa al TLCAN de todos los males” de México, pero advirtió de que “la culpa es de una política interior” que permitió el deterioro de programas como el de los subsidios a los productores agrícolas, tal como existía en EU.
En ese sentido, recordó que tras los primeros años del TLCAN, México tuvo una base de registro de 14 millones de productores agrícolas con nombre y apellido, que recibían subsidios temporalmente.
El ex Mandatario mexicano recordó que cuando su país negoció el TLCAN “lo importante no fue el acceso al comercio”, sino “un gran proceso de transformación interna” que se requería.
Destacó que en ese proceso “los negociadores interactuaron con los empresarios”, que tuvieron “una gran disposición a ceder”, dejando sólo para desgravar a quince años los productos agrícolas, especialmente el maíz y el frijol, básicos en la dieta mexicana.
No obstante, Salinas advirtió que se debe negociar mientras se acometen las reformas, ya que “si se condicionan las negociaciones a que primero haya transformaciones, nunca negociamos”.
“Acometer esa negociación fue romper una mentalidad de decenios, por no decir que de siglos”, expresó.
Indicó que los negociadores de EU “no son tan precisos como se cree” a la hora de negociar y dijo que “les gusta meter presión a los negociadores haciendo filtraciones a la prensa”, lo que en el caso mexicano provocó protestas en algunos sectores de la producción. “Una negociación finalmente es una guerra y las hay de desgaste”, puntualizó Salinas de Gortari.
El ministro peruano Kuczynski subrayó que en los procesos de negociación comercial “son inseparables las políticas de apertura económica y las reformas internas”.
El ex ministro colombiano de Comercio y de Hacienda Juan Manuel Santos, que preside la fundación Buen Gobierno, dijo por su parte que el objeto principal de un tratado no debe ser el comercio en sí, sino que “lo que vale la pena es tener un instrumento para poder garantizar las reformas internas”.