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México, DF.- La Secretaría de Educación Pública calificó como lamentable la información difundida por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que señala que en México se registra 69 por ciento de deserción en bachillerato, cuando en realidad fue de 17.5 en el período al que se refiere, ciclo 2000-2001.
En 2002-2003 la cifra incluso se redujo a 15.9 por ciento. La dependencia sostiene que están equivocados esos datos derivados de una encuesta que la OCDE distribuyó con el subtítulo de “Nota sobre México”, fechada el tres de febrero de 2004.
Esta última cifra proviene de otro estudio de la OCDE, Education at a Glance 2003, y en su página 303 se puede constatar que la misma no mide la deserción sino el porcentaje de jóvenes (hombres) entre 20 y 24 años que no estudiaban en 2001 y que tenían un nivel de estudios por debajo del bachillerato.
En México la encuesta mencionada fue aplicada en diciembre de 2001 y enero de 2002 para evaluar diversos aspectos de la educación media superior correspondientes al ciclo escolar 2000-S2001.
Durante 2001, primer año de la administración del presidente Fox, la Secretaría de Educación Pública elaboró el Programa Nacional de Educación 2001-2006, mismo que fue presentado en el mes de septiembre.
Dicho programa identifica muchas de las carencias señaladas en el reciente informe de la OCDE y plantea las estrategias y políticas para superarlas, sobre la base de una visión de largo aliento. En un comunicado, la SEP explica que la deserción escolar para un nivel de estudio cualquiera se mide dividiendo el número de jóvenes que abandonaron la escuela al concluir el ciclo entre el número total de los que ingresaron a ese nivel al inicio del ciclo.
En este sentido, la deserción de educación media superior (bachilleratos) 2000-2001 en México fue de 17.5 por ciento, mientras que la deserción en el último ciclo escolar (2002-2003) bajó a 15.9 por ciento.
En la disminución de este último porcentaje influyó de manera significativa el programa de becas del Gobierno Federal para estudiantes de bajos recursos.
La Secretaría de Educación Pública, lejos de sustraerse a las evaluaciones internacionales, las considera parte fundamental de la rendición de cuentas en una sociedad democrática, planteó.
Puntualizó que las evaluaciones internacionales y nacionales son parte de un sistema de indicadores que permiten constatar la eficiencia de las políticas en materia educativa, sin embargo, para ello es importante hacer un uso preciso de los términos estadísticos.
